Segio Martos, a pie de pista con sus padres, Miguel Angel y Tina.  | S.M.G.

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El tenis español goza de muy salud y tras unos meses duros y difíciles marcados por la pandemia en el calendario ATP, el tenista de Ciutadella, Sergio Martos, tuvo este pasado fin de semana en Manacor su tan ansiado estreno al levantar su primer trofeo en la segunda categoría de torneos ATP, el circuito Challenger. Martos, que formaba pareja con Karol Drzewiecki, se impuso en la gran final del torneo de dobles del Rafa Nadal Open 2021 celebrado en la academia del raqueta mallorquín. La pareja formada por el ciutadellenc y el polaco, cuartos cabezas de serie, vencieron en la gran final a Romboli y Zielinski, segundos, por 6/4, 4/6 y 10-3.

Con este sonado y espectacular triunfo el tenista menorquín estrenaba así su anhelado palmarés en el circuito ATP Challenger tras haber disputado anteriormente hasta siete finales sin la victoria. El tenista de Ciutadella, de 26 años, sigue creciendo en el mundo del tenis de dobles y tras dejar atrás el corte de alas de la covid-19, ascenderá hasta la posición número 160 del ránking mundial.

Una ‘espinita’ clavada

Sergio Martos, ya en Sevilla donde arranca otro torneo Challenger 90, habló ayer con «Es Diari», muy feliz tras quitarse la ‘espinita’ clavada con las finales de esta segunda categoría ATP mundialista y con su puesto 160 en la clasificación. Quiso poner en valor el ciutadellenc, de entrada, que vencer en el torneo de Manacor, «suponía mi primer título de Challenger; había llegado a otras siete finales y nunca había podido conseguir el titulo, así que fue la primera vez que ganaba una prueba Challenger», enfatizaba, orgulloso.

Un sonado triunfo que, para Martos, «supuso mucho la verdad, ganarlo al lado de casa, el primer titulo, vinieron la familia y amigos a verme... Fue muy bonito y una experiencia preciosa», exclamaba el raqueta, tras hacerse con este Challenger 80: «El ganador se llevaba 80 puntos y para mí fue ganar un punto de inflexión importante. Sabía que trabajando bien, tarde o temprano llegaría el título pero el gusto es mucho mejor cuando lo ganas y la diferencia de puntos se nota», señalaba. E insistía en este punto de inflexión «para encarar el final de temporada que me queda. Ahora estoy en la posición 160 y me gustaría terminar el año entre los 140/150 mejores para así quedar cerca de los 100 mejores del mundo».

Martos ya había jugado unas cuantas veces con el polaco, Karol Drzewiecki. «Hemos quedado unas semanas para jugar juntos ahora. Él se dedica a los dobles igual que yo, con un ranking similar al mío. A partir de octubre volveremos a jugar unas cuantas semanas, hasta finales del año», avanzaba el insular, viendo esta unión a medio plazo, «un poco de garantía de conocerte mejor con tu pareja y tener mejor compenetración; creo que ha sido una de las claves para ganar el torneo», piensa en voz alta el menorquín, que sigue en la RV Tennis Academy de Barcelona. «Este año he combinado un poco la academia con semanas entrenando en Ciutadella, cuando no tenía torneo. Me va bien para desconectar un poco y seguir estando en forma».

Optimista de cara a su futuro, ve Martos como este triunfo, «me da la confianza para ver que estoy haciendo un buen trabajo y a un buen nivel, uno de los mejores de Challenger», piensa, convencido de poder dar el paso para ir a jugar con los ATP. «Ello solo hace que me reafirme y tener más ganas de entrenar y seguir mejorando para tener victorias como ésta».