El deportista de Ciutadella, Joan Florit, este jueves, a su llegada al aeropuerto de Nueva York | J.F.

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El nombre del saltador de Ciutadella, Joan FloritFly’, volverá a sonar en la megafonía de uno de los eventos de saltos al agua de la modalidad ‘dodsing’ más importantes del mundo ya que este fin de semana el ambicioso deportista menorquín participa como único representante español del certamen en el prestigioso Cliff Cruise 2022 que se celebra en Austin (Estados Unidos). Florit se encuentra desde este jueves en EEUU con la idea de lograr billete un año más para participar en el Campeonato del Mundo de Saltos ‘Dodsing’ 2022, en la que sería su enésima participación, después que el año anterior finalizara en una espectacular quinta plaza del mundo en Oslo (Noruega).

Florit afronta esta nueva reválida como siempre con la máxima ambición; sin embargo, si cada año iba en inferioridad de condiciones respeto a sus contrincantes de todo el mundo– al no poder entrenar de calidad desde la Isla– este año, para más inri, se jugará el acceso al Mundial 2022 junto a los mejores del planeta, «sin apenas haber entrenado», exclama. De hecho, desde el pasado Campeonato del Mundo 2021 de Oslo, «apenas he ido un par de veces a Cala en Bruc y he entrenado ‘cero’ días», nos cuenta Florit en «Es Diari», a causa de una importante lesión en un dedo que arrastra todavía de Noruega. «Aguanté el año pasado a base de antiinflamatorios para poder competir y durante este pasado invierno he estado metido de lleno en la rehabilitación y prácticamente no he saltado, hasta ahora», manifestaba este sábado en Nueva York y de camino ya a Austin (Texas). Consciente del nivel mayúsculo que volverá a encontrarse en América estos días y de que no llega ni mucho menos a la cita internacional en sus mejores condiciones, admite ‘Fly’ que, de momento, «no me veo con opciones». Sin embargo, añade que «sí que es verdad que si suena la campana, hago mis saltos y me salen, me puede ir bien porque los norteamericanos tienen un estilo más nuestro, no como los escandinavos», analiza el ciutadellenc, abundando en que este aspecto técnico, «de cara a los jueces, me puede favorecer, aunque insisto, hay saltos que hace un año que ni he probado de hacer», lamenta, ante una incertidumbre total sobre el papel que pueda desempeñar en Austin.

«¿Improvisar? Intentaré probar lo del año pasado en Oslo y, aparte, tengo alguna cosa que dentro de mi cerebro funciona pero no lo he probado nunca. Intentaré los saltos más difíciles que tengo, me salgan o no», anticipa, esperanzado Joan Florit ‘Fly’ en tener algo de tiempo en América, «para probar. De lo contrario, directo y que sea lo que tenga que ser. Tengo un seguro médico de 300.000€ y el lema es: o ganar o al hospital», bromeaba ayer el saltador insular, que se ha alquilado una caravana en los EEUU y tras esta clasificatoria para el Mundial se irá a explorar cañones, llegando hasta Dallas. «Independientemente de cómo me vaya la competición este viaje ya nadie me lo quita y lo disfrutaré al máximo», finalizaba.