Capella, de frente, en plena acción durante una competición reciente.  | I.C.

TW
5

Ignacio Capella es un joven menorquín, original de Sant Lluís, que a sus 29 años compagina noquear a sus oponentes mediante poderosos golpes con promover valores educativos a través de una StartApp de la que es cofundador. Orgulloso de sus raíces, decidió volver a la Isla durante la pandemia después de haber estado, primero, en la Academia General Militar en Zaragoza y, posteriormente, en Barcelona donde se graduó en Ingeniería Industrial y se profesionalizó en las artes marciales mixtas. Actualmente, está encarando su próximo combate, el cual no está todavía cerrado, que le puede catapultar hacia el estrellato de la UFC mientras trata de internacionalizar su empresa en EEUU.

¿Cómo llegaron las Artes Marciales Mixtas (MMA) a su vida?

—Cuando tenía 14 años estaba entre el fútbol y las artes marciales. Pero, llegó un punto en el que veía el fútbol como una obligación, así que lo dejé y empecé a entrenar con Jonathan Cutillas en un grupo muy reducido porque no había ningún gimnasio en Menorca que estuviese dedicado a la lucha. Sin embargo, Eloy Blanco llegó a Menorca y montó El Club De La Lucha en Es Castell y ahí fue donde empecé. Hacíamos MMA, muay thai, grappling, kali filipino… Probábamos de todo. Desde entonces, Eloy Blanco siempre ha sido mi entrenador. De hecho, la preparación de mi última pelea fue muy entrañable pues, después de unos cuantos años en Barcelona, volví a prepararla con él aquí, en Menorca. Fue como volver a tener dieciséis años. Y, además, ¡gané!

¿Cuál va a ser su siguiente paso?

—Ahora en agosto todo el mes entreno en el American Top Team (Florida), que es una de las mejores academias de MMA del mundo, para alcanzar mi máximo potencial. Luego, tengo varias posibilidades. Por un lado, está la opción de competir en el Dana White’s Contender Series, que es un evento organizado por el presidente de la UFC en el que si ganas, entras en su liga. Por otro lado, también está la posibilidad de pelear en PFL, que junto a Bellator, es la segunda mejor liga del mundo.

Según Gonzalo Campos, reputado periodista especializado en las artes marciales mixtas, usted se encuentra entre los tres luchadores españoles que tienen más posibilidades de acceder a la UFC. ¿Qué opina al respecto?

—Mi objetivo es entrar en la UFC. Es la verdad. Pero tengo claro que no quiero que sea un ‘one-shot’. Quiero entrar y quedarme. Por eso, tengo que tomarme las cosas con calma y alcanzar mi máximo nivel. Hay que hacer las cosas bien. No vale con llegar. Hay que llegar y ganar.

Sin embargo, usted rompe los estereotipos que la sociedad asigna a los luchadores ya que su vida no se limita a noquear a sus oponentes dentro de un octágono. Hábleme de Seeds Of Respect, empresa de la que es cofundador y sales manager.

—Al principio, nosotros hacíamos seminarios en gimnasios para enseñar a víctimas de bullying y de violencia de género cómo defenderse. Curiosamente, en el gimnasio había un señor que trabajaba en un fondo de inversión centrado en la realidad virtual y decidimos fusionar nuestro trabajo con las nuevas tecnologías para convertir un producto escalable que pudiese llegar a mucha gente.

Y os centrasteis en enseñar mediante la realidad virtual, ¿no?

—Sí, pero vimos que era complicado enseñar a defenderse mediante la realidad virtual. Así que nos centramos en la fase previa para evitar esas situaciones de violencia. De manera que enfocamos nuestro trabajo en educar para evitar futuros abusadores y en cómo detectar estas situaciones para cortarlas de raíz. Trabajando así la empatía y la toma de decisiones. Ya que según el principio de congruencia, si frenamos una acción de bullying en un entorno virtual, luego en el entorno real es más fácil.

Además de esta StartApp, también es cofundador, junto a Fabià Sintes, del equipo Levium Armorum, ubicado en Es Castell. ¿Cómo surgió el proyecto?

—Hace dos años, en plena pandemia, volví a Menorca. Entonces, Fabià y yo decidimos montar este equipo con el objetivo de promover este deporte a la isla y de formar un equipo de competición íntegramente menorquín de renombre internacional.

Llama la atención el nombre del gimnasio: Levium Armorum. ¿Qué quiere decir?

—Escogimos este nombre porque, durante las Guerras Púnicas, los honderos baleares eran conocidos como los Levium Armorum, ya que se caracterizaban por ir sin armaduras. Además, como curiosidad, solo luchaban a cambio de vino, aceite y mujeres. Qué es lo que faltaba en las islas.