Vinca Escandell, a la izquierda, junto con Ulyses Luque, con el puerto de Maó, su lugar de trabajo, como telón de fondo | C. Roca

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La sección de piragüismo, que ha disfrutado de un crecimiento exponencial a lo largo del último sexenio, es uno de los proyectos que mayor motivo de orgullo generan actualmente en el Club Marítimo de Mahón.

La entidad náutica y deportiva más antigua de la Isla, que en su momento confió la gestión estructural de la misma al directivo Ulyses Luque, y la dirección deportiva al técnico Vinca Escandell, ha experimentado desde ese entonces una progresión exponencial, tanto en la cifra de niños que dan contenido a la sección (se ha pasado, en ese ciclo, de 18 a 69 deportistas), como en los resultados conseguidos.

Podios, tanto de índole balear como estatal, presencia en competiciones internacionales en pista olímpica, además de una clara apuesta por el género femenino (el piragüismo del Marítimo cuenta con 27 chicas, cuando hace seis años apenas eran tres)… la mejoría de la entidad de Maó, que ha sido sustancial desde 2016, sus causas, las desciframos junto con los dos rostros que la han hecho posible.

Ulyses Luque se integró en la junta directiva del Club Marítimo de Mahón y más concretamente en la sección de piragüismo a petición del actual presidente, Antonio Hernández. «Confió en mí y además de la ilusión que significó asumir la sección, me sentí con la responsabilidad de intentar promover un proyecto deportivo diferente y motivador», evoca el ‘jefe’ del piragüismo del CMM al recordar su incursión en la misma, convencido asimismo «de haber» cumplido con los objetivos.

«Me propuse tener un equipo de entrenadores que fuera competitivo y pudiera abarcar todas las categorías, con Vinca Escandell al frente, como director deportivo; con él llegó el orden», sigue Luque, que matiza en ese sentido. «El secreto de contar con casi un centenar de personas que hacen piragüismo en aguas del puerto es ilusión, trabajo y orden. Todos, gerencia, palistas, administración, directivos… todos, trabajan en pro de la sección y de lo que requiere, y Vinca es la cabeza del proyecto».

Pero además de en lo deportivo, el Marítimo debe batallar en otros frentes, como ha sido la problemática generada con la concesión de los amarres. En ese contexto, Ulyses Luque explica cómo mantenerse al margen y seguir centrado para no alterar la línea de resultados. «Desde la sección de piragüismo trabajamos con criterios, por tanto sabemos qué podemos permitirnos en cada momento y a qué optamos, se trata de ser consecuente. Tanto se puede, tanto se hace, por tanto nunca hemos dejado de poder», detalla el directivo, que al ser cuestionado sobre los objetivos de futuro, tiene claro que el principal es «mantener lo que hemos conseguido».

Por lo demás, el dirigente, que se ve cuanto menos otros dos años al frente del proyecto, «son los que restan de la actual legislatura», precisa en relación al mandato de Hernández, y que define al grupo de trabajo como «un equipo de amigos y compañeros, como una familia», considera que la sección «no tiene techo».

Vinca

El otro rostro fundamental para entender el impulso que ha tomado la sección de piragüismo del CMM en algo más de un lustro es Vinca Escandell, uno de los ejemplares más destacados y hegemónicos de la especialidad a nivel balear, tanto en competición como en labores de formación.

El palista y director deportivo fue reclutado y ‘recuperado’ por el Marítimo estando en el CTEIB, en la isla mayor. «Mi vida estaba en el camino deseado, pero también la vida son etapas y sabía que un día u otro volvería a mi club», explica acerca de su incursión en el Marítimo para abrir esta nueva etapa. «Cuando Ulyses me lo propuso tal vez era pronto para mí, pero a veces no elegimos las fechas en las que pasa el tren; y este tren venía cargado de objetivos que me motivan cada día más», añade al respecto.

Escandell recuerda la génesis del proyecto que lidera desde la vertiente deportiva. «Me encontré mucho potencial desordenado, si bien sabía lo que había, no vine a ciegas. Teníamos un equipo humano con muchas capacidades y cualidades, pero faltaba orden y disciplina. Por tanto el método era fácil, plantear objetivos a corto, medio y largo plazo. Con los objetivos claros, siempre ambiciosos a la vez que lógicos, es fácil trazar un plan y ponerse a trabajar».

En cuanto al futuro, Vinca gustaría de «afianzar el crecimiento que hemos tenido, es la parte más difícil, mantenerse, no caer en la rutina y en una inercia negativa». «Y a partir de allí, ir preparando el relevo generacional tanto de palistas como de técnicos, hay que anticiparse a los baches para no pinchar. La rueda pueda seguir rodando y avanzando en resultados y adeptos», concede el técnico, que por otra parte tiene, aunque suya es la responsabilidad de dirigir toda la sección, «en el equipo de competición mi vocación», indica.

La sección de piragüismo del CMM, que abarca deportistas desde los ocho años hasta la categoría de veteranos, se jacta también de haber creado un ecosistema en el que «todo el mundo es bienvenido» y en el que la mujer es también protagonista. ¿Cuál es la clave de la considerable presencia femenina que ostenta? «Tras diecisiete años trabajando de técnico de piragüismo y veintitrés como palista, mi lectura es que ha habido un cambio muy positivo de la visión social respecto a la mujer y el deporte, hace años era una moda la delgadez, sin embargo ahora la mujer atlética o fuerte está al orden del día; además, poco a poco se han ido rompiendo herencias negativas del pasado, donde un hombre deportista estaba bien valorado y una mujer no», desmenuza Vinca, que desea que «esta moda, por decirlo de alguna manera, siga avanzando; por mi parte es sencillo, todos somos iguales».

Por último, Vinca Escandell, que «ama» el piragüismo y que interpreta su práctica como «una inyección de vida», asegura que la ilusión por seguir redactando páginas de historia dentro de este mundo, «no solo la mantengo» sino que va ‘in crescendo’.

«Cada temporada que pasa soy más consciente de lo que me gusta este trabajo, y poder desarrollarlo en casa, tiene un valor incalculable», concluye Vinca Escandell, un referente del Club Marítimo y paradigma sin igual de como combinar trabajo, pasión y triunfo.