El windsurfista de Ciutadella residente en Gran Canaria, en sus nuevas ocupaciones profesionales con la marca CS Customboards | J.P.C.

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«No nos interesa ya tanto que compitas, como sí que nos ayudes en otras tareas de tutorizar y asesorar». Con estas palabras las marcas que patrocinan al mundialista ‘winsurfista’ de Ciutadella, Josep Pons Casanovas –ION Spain desde el año 2012 y Point-7 y CS Customboards desde el 2019–, le ‘invitaron’ a aparcar un tanto la competición en sí y contribuir, con su gran experiencia y conocimientos, en otras facetas también clave. Y ello después que haya cerrado un gran 2022, acabando el 12º de la PWA World Cup (Circuito Mundial). El mismo Pons Casasnovas reconocía estre miércoles a «Es Diari» que este curso 2023 que recién empieza será, «un tanto diferente a nivel personal, principalmente porque la marca Point-7 no pondrá ya tanto énfasis e interés en lo que es la competición en sí, como sí en otros aspectos, sin tener la exigencia de participar en las pruebas mundiales», explica, desde Gran Canaria, donde lleva ya más de una década residiendo. En cambio, continua el windsurfista menorquín, sus nuevas labores pasarán por llevar a cabo, «diferentes tutoriales y asesoramientos personales para la marca».

Dejando claro el ciutadellenc que pese a ponerse un poco al lado en lo competitivo, «sí tendré que hacer igualmente la prueba de Pozo Izquierdo (Gran Canaria) del Circuito Mundial 2023», matiza que, a parte, podrá competir– ya a título personal–, «en lo que yo quiera o me motive. No obstante, queda claro que mis nuevas obligaciones en la marca pasarán por ser un tipo de ‘influencer’, por decirlo de alguna manera». Unas sesiones de enseñanza mediante las cuales, «la gente que esté en nuestras manos pueda aprender muchos conceptos y términos confusos para algunos, ya que en el windsurf hay mucho autodidacta». Incidirá sobre todo Pons en los materiales, «sobre cuáles van mejor y cómo funcionan, además evidentemente de la técnica de navegación dentro del agua o los cambios que realicen, viendo cómo pueden acabar influyendo en la competición», matiza.

Hablar de Carlos Sosa (CS Customboards) en el mundo del windsurf es sinónimo de tablas ‘custom’ de calidad suprema. Y con él, que es precisamente su suegro, ha estado trabajando también hasta ahora el menorquín, en la elaboración de tablas de deportistas de élite. «Ya realizaba todo el proceso de una tabla y me faltaba la forma (’shaping’); ahora lo estoy aprendiendo y ya he hecho algunas de ‘wing’, con ‘foil’, por encima del agua. O sea, la parte realmente más importante de la tabla para un deportista», asevera, formándose para llegar a fabricarlas solo en un futuro próximo.

Un parón como entrenador

Codeándose durante años con los mejores del planeta en el Circuito Mundial– a pesar de no ser profesional–, y siendo también entrenador personal, decidió parar un tiempo de tecnificar a deportistas de élite, «ya que era aumentar y dificultarme mi competencia. En cambio, en mi nueva ocupación sí ya tengo a profesionales que me han pedido tablas personalizadas», avanza, sin poder desvelar nombres, por temas de las propias marcas. De hecho, «muchos profesionales desde siempre han competido con tablas de mi suegro». Un nuevo rol en el mundo del windsurf que Pons Casasnovas acoge con naturalidad. «¿El momento? Nunca lo ha sido porque realmente siempre tuve que trabajar mientras competía en el Mundial pero me apasiona y me encanta», exclama, relatando que, a nivel de mercado, la competición, para una marca, «no es lo más importante. Influye claro pero también está el día a día, de ahí que dé este paso, aunque es cierto que de alguna manera exigí poder competir un poco y si tengo algún buen resultado, que se me compensara. Me encanta competir y por eso seguiré disfrutando de competir».

Sin embargo, acostumbrado al ritmo de la PWA World Cup, «echeré de menos el ajetreo de todas las pruebas, que para mí fue un sueño hecho realidad estar entre los mejores del mundo. De ‘peque’ miraba revistas y decía que querría estar un día allí, y mira», se sincera, emocionado. Pese a haber logrado, «más de lo propuesto de inicio», quizás una espina clavada sería, «no poder haber estado centrado al cien por cien en competición ni empezar más joven. Habría sido diferente pero contento de un 2022 en el qué, pese a la lesión, logré el 12º del mundo, muy por delante de profesionales», se congratula. Si bien, «siempre quise ser Top10 y me veía capacitado», zanja.