El AMR23 llegaba con muchos cambios y, a priori, mejoras de cara al Gran Premio de Estados Unidos. Los libres, muy necesarios para sacar información a unas horas de la lucha por la parrilla del domingo, se complicaron para los Aston Martin con esa falta de refrigeración del neumático delantero izquierdo.
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El de Alonso llegó a prenderse y tanto el español como Lance Stroll se fueron a boxes en busca de soluciones. El canadiense se quedó sin libres pero el doble campeón del mundo volvió a rodar y lo hizo con éxito, sexto por momentos hasta terminar 18º, pero sin poner neumático blando como hizo el resto en el tramo final.
Con el formato sprint de nuevo en Austin, los libres volvieron a servir de poco, con interrogantes de cara a la clasificación a continuación, para después pensar en el sprint del sábado. Lo que de nuevo no ofreció dudas fue la primera posición de Verstappen, quien se hizo con el mejor tiempo con las gomas blandas (1:35.912).
El neerlandés ató su tercer título hace dos semanas en Catar, pero sigue pensando en engordar su temporada de récord. En segunda posición asomó el monegasco Charles Leclerc, a menos de dos décimas, quien rindió mejor que su compañero en Ferrari, el español Carlos Sainz. El madrileño terminó octavo, sufriendo con los baches de Austin y el tradicional problema de agarre en su monoplaza.
Con neumáticos duros fue Lewis Hamilton (Mercedes) quien mandó durante gran parte de la sesión, tercero finalmente, por delante de Sergio Pérez (Red Bull), Kevin Magnussen (Haas) y George Russell (Mercedes). La sorpresa negativa fue la de McLaren, quien llega como mayor rival de los Red Bull aunque lo importante aún está por llegar, con Lando Norris 15º y Oscar Piastri, 19º.
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