Lucha. Ati García remata con la oposición de una jugadora del Universidad de Burgos en un lance del partido de ayer

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Área 11 Burgos
No tomó nota el Valeriano Allés Menorca de la derrota la pasada jornada del Albacete en el Plantío, y ayer las jugadoras de Adrián Fiorenza se vieron superadas por el 'matagigantes' UBU con un gran saque y mucha intensidad. Las locales, muy concentradas, vencieron a un conjunto menorquín que tropezó una y mil veces en la misma piedra antes de darse de bruces contra el bordillo para acabar perdiendo el liderato en la primera jornada de la segunda vuelta de esta Superliga. Incluso las de José Miguel Pérez pudieron cerrar el triunfo por la vía rápida en un tercer set igualado que cayó finalmente del lado menorquín.

La igualdad marcó el inicio del partido. Eran las verdinegras las que parecían llevar la voz cantante (5-4). Menorca no se inmutó. Su juego, solvente en todas las facetas pronto le dio su primera ventaja, llegando al primer tiempo técnico por delante (6-8). Chihuán mantenía a flote a un equipo local que echaba de menos a Sara González. Insuficiente balance si quieres sorprender a un líder que amplió su renta. Tras el segundo parón (11-16), el UBU dio una vuelta más de tuerca, Valeriano Allés se confió y con Katia Rodrigues al saque, las castellanas firmaron un 5-0 que las metía de lleno en el set. Era el momento de las burgalesas, que se situaron con dos de ventaja (19-17), cerrando un parcial de 8-1. Miloserdova apareció en escena y el UBU adquirió una renta casi definitiva (22-18). Y ahí estaba Chihuán para cerrar el primer set (25-20).

Herido en su orgullo, Menorca intentó recuperar el norte. Las de Ciutadella no cejaron en su empeño de cambiar el guión, pero el UBU se mantuvo en su sitio en el primer tiempo obligado (8-7). Las visitantes se entonaron con un 0-3 rápidamente frenado desde el banquillo por el técnico local José Miguel Pérez. Poco a poco, el intercambio de puntos se decantó hacia el lado verdinegro, que logró igualar e incluso adquirir ventaja de tres puntos (19-16), que acabó resultando definitiva (25-21).

Ahora sí, el Valeriano ofreció los primeros síntomas de reacción con un 2-6 de salida apoyado en las imprecisiones de las burgalesas, obligadas a pedir tiempo muerto para llegar el parón técnico 5-8. El UBU pendía de un hilo y se hacía urgente protagonizar la tercera remontada (7-12), aunque las vibraciones no eran las mismas que en las dos primeras mangas (9-15). A pesar de todo, las castellanas apretaron y dejaron la desventaja en un 15-17. Ramírez volvió a cancha y el cuadro local dio otro mordisco a la manzana (18-19 y 20-21). Rodrigues cimentó el empate a 21 y el UBU tenía toda la fe del mundo, sobre todo cuando Chihuán culminó la machada (22-21). Pero el trabajo no estaba finalizado. De hecho, fue Menorca Volei quien tuvo la primera bola de set con el 23-24 que el UBU salvó con acierto. Lo hizo una segunda vez (25-25), aunque Menorca también tuvo arrestos para contener el primer match ball local y alargar a la tercera su hilo de vida gracias a la ayuda de la árbitro principal en el lance decisivo (26-28).

Ya en el cuarto parcial el Valeriano se vio superado por el Burgos, hasta alcanzarse el primer tiempo muerto con 16-12. Fiorenza intentó reajustar los engranajes de su equipo, pero fue imposible. La ventaja universitaria creció hasta el 19-13. Con el 21-14 el Menorca bajó los brazos definitivamente, perdiendo un partido, a priori, impensable que le desaloja del liderato.

Fiorenza: "Nos faltó precisión para combatir"
Adrian Fiorenza lamentaba al final del encuentro la derrota de su equipo y comentaba que "lo cierto es que no hemos hecho un mal partido, pero este campo es difícil, hay que recordar que aquí Menorca no ganó ni un set". Respecto al encuentro, el técnico del Ciutadella comentaba que "en los dos primeros sets tuvimos opciones de ganar, pero ambos se nos escaparon en los momentos decisivos. En el tercero hicimos algunos ajustes y las cosas salieron mejor, pero no dejaba de ser un partido parejo, al igual que en la última manga".

Eso sí, Fiorenza reconoció que "nos faltó la precisión que necesitamos nosotras para combatir y ganar los partidos. Ellas estuvieron muy acertadas en el saque, nos hicieron mucho daño y muchos puntos directos y nuestro saque no funcionó del todo bien, erramos mas que ellas en ese aspecto y eso quizás fue decisivo, porque el resto de las estadísticas reflejan mucha igualdad".

Por su parte, el técnico del UBU, José Miguel Pérez, aseguró que la clave del encuentro estuvo en el buen trabajo en el saque: "ha sido decisivo el saque. Los dos equipos lo hemos trabajado por que los dos sabíamos que este era un partido importante en ese aspecto. Tanto nosotros como ellas tenemos buenos ataques y jugadas rápidas y el saque iba a ser decisivo. Además, ellas si reciben bien juegan rápido, pero si no reciben bien tienen problemas y nosotros hemos sabido jugar con eso. Lo cierto es que hemos hecho un buen partido y estamos muy contentos".

Pérez destacó la importancia psicológica de esta victoria: "ganarle al líder siempre es importante para la moral pero nosotros, además, veníamos de ganar también a Albacete y eso refuerza mucho el ánimo y la fe en nuestro juego, algo muy necesario de cara al partido europeo del miércoles".