Con la derrota en la última final de la Copa de la Reina aún presente en la memoria, llegaba el Valeriano Allés Menorca al pabellón Príncipe de Asturias de Murcia. Las discípulas de Adrián Fiorenza tenían ante sí la posibilidad de borrar el pésimo recuerdo del pinchazo copero y por ello saltaron a cancha muy motivadas, aunque pronto se vislumbró que el cuadro local no iba a hacer muchas concesiones a su adversario.
Las entrenadas por Pascual Saurín se adjudicaron el primer parcial por la vía rápida. Las murcianas, muy centradas y efectivas con su bloqueo, apenas permitieron que las bermellonas conectaran remates ganadores. Sólo Stalzer y Petra Kramolc ponían en apuros a la primera línea local, pero el peligro se generaba a cuentagotas. Rápidamente el dominio de Rivera y Eric en el remate permitió que Murcia estableciera unas diferencias inalcanzables para las de Fiorenza. Además, las menorquinas se mostraban muy irregulares y poco acomodadas sobre la pista del Príncipe de Asturias, forzando excesivos errores en el saque y en la colocación. El poderío de las anfitrionas fue incontestable y el set inaugural se decantó del lado murciano en apenas veinte minutos de juego.
Desaparecidas, sin ganas por momentos, impotentes en otros, desacertadas y ansiosas se mostraron las bermellonas en el desarrollo del segundo parcial. Y eso que las baleares habían arrancado el set aguantando las acometidas de su oponente, pero fue un mero espejismo. A partir del 5-5 las murcianas retomaron las riendas gracias a los potentes remates de la dominicana Priscilla Rivera y la colocación de la argentina Romina Lamas. Las de Pascual Saurín desplegaron en esta manga un voleibol de muchos quilates, por momentos rozando la perfección y barriendo de la pista a un Valeriano Allés Menorca que se abandonó a su suerte y suplicó porque el parcial acabara cuanto antes.
Las murcianas se estaban reivindicando ante un rival directo y le endosaron un 22-8 que sólo enmendó Ati García para dejarlo en un 25-12 en dieciocho minutos.
Tras el varapalo sufrido en el set anterior, las de Adrián Fiorenza se conjuraron para lavar la imagen dada. Las menorquinas resucitaron en el tercer parcial gracias a una mejoría en el rendimiento de Alejandra García, que volvió a mostrarse como la jugadora segura que acostumbra para ayudar a las suyas en la recepción. Stalzer y Kramolc volvieron también por los fueros de la primera manga y comenzaron a mejorar sus guarismos. El equipo murciano no conseguía romper la primera línea insular y comenzó a ver como sus rivales se marchaban con un claro 15-21. El tiempo muerto solicitado por Pascual Saurín no dio sus frutos y el bloqueo balear permitió recortar diferencias hasta el 2-1 total (21-25).
El cuarto set acabó resultando el definitivo y el que menos historia tuvo. El Voleibol Murcia 2005 impuso su mayor efectividad en el remate para apabullar a las menorquinas y endosarles un sonrojante 25-12. Las de Fiorenza no pudieron meterse nunca en la disputa de la manga.
Ale García: "Ante rivales así, sólo hay que felicitarles"
La mejor en la tarde de ayer, Alejandra García aseveraba tras la derrota que "Murcia ha dejado claro desde el primer set que iban a por el partido. Sólo cabe darles la enhorabuena. En el tercer set han bajado bastante el nivel y nos han permitido recortar y meternos en el encuentro, pero luego ya no hemos podido hacer nada".
De cara al futuro Alejandra García indicó que "hay que mejorar. Pero no se pueden sacar conclusiones de un partido como el de hoy porque ellas tienen a jugadoras determinantes como Rivera o Romina. Murcia es de los mejores equipos y un claro favorito al título". Yoraxy Melean decía que "sabíamos que se podía perder aquí en Murcia, aunque bueno nosotras podemos ganar a cualquiera.
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