Jugadoras, entrenador y miembros del cuerpo técnico brindan con cava en la Casa Consistorial de Ciutadella - Paco Sturla

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Tras una larga noche de festejos, ayer por la tarde el Valeriano Allés Menorca y, por ende, el Club Volei Ciutadella, recibieron el reconocimiento tanto del Ayuntamiento de la ciudad como del Consell Insular de Menorca.

No era algo nuevo. El año pasado ya fueron recibidos por las autoridades, pero en circunstancias diferentes. Este año, con el título de campeón, el reconocimiento era merecido y obligado. Con los rostros aún dejando entrever que la fiesta duró hasta bien entrada la madrugada, los componentes del equipo, (directivos, técnicos y jugadoras), fueron recibidos en el consistorio por la alcaldesa, Pilar Carbonero, y algunos de los concejales actuales en uno de los últimos actos de esta legislatura. Acompañados por amigos y familiares, la alcaldesa, que les dedicó sus palabras en castellano para que todas lo entendieran, les saludo con un elocuente: "hola Supercampeonas". Como no, Carbonero dio la enhorabuena tanto al equipo como al club y a todos sus integrantes "por el esfuerzo y trayectoria que ha culminado con este título, que esperamos que sea el principio de muchos éxitos".

Seguidamente las jugadoras recibieron un obsequio consistente en un "ventall de Sant Joan", perfecto para las fechas que se avecinan. Todas firmaron en el libro de honor y brindaron con una copa de cava.

A continuación, los integrantes de la "comitiva", cruzaron la plaza des Born, para dirigirse a la sede del Consell insular, en la plaza de la Catedral. Allí les esperaban el presidente, Marc Pons, la consellera d'Esports, Angela Caules, la de Trabajo del Govern Balear, Joana Barceló entre otras autoridades. Marc Pons, empezó bromeando, "la resaca con victoria sabe mejor". Con más seriedad enfatizó que" Menorca se siente orgullosa, por el título y la trayectoria de 25 años de mucha gente discreta" y prosiguió comentando que "Menorca está viviendo una época dorada con el deporte".

En términos mas coloquiales dijo que durante el partido "se nos puso la piel de gallina, el corazón a cien por hora, pero que la lucha, el esfuerzo, la constancia, y la unión del equipo posibilitó el título de Campeón de España". Para terminar también se sirvió una copa de cava y todas fueron obsequiadas con una rosa y un libro de Menorca.