Concentración máxima. El Valeriano Allés no pudo relajarse ni un punto ante un Cantabria correoso que complicó la vida a las locales - Cris Llufriu

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Tres a cero, sí, pero no como se podía prever de antemano ante un rival inferior como el Cantabria. El Valeriano Allés, confuso aún por la inesperada salida de Liz Hitleman, que ha trastocado a la plantilla mental y deportivamente, y la reubicación de Sabrina Duarte como opuesta, sudó para enchufarse al partido y pudo pagarlo caro pero al final consiguió el triunfo (3-0), que es lo que cuenta para seguir arriba de la tabla a pesar de los imponderables.

No fue un partido brillante, pero las de Rodríguez hicieron lo mínimo para llevárselo con relativa calma. Puede y debe mejorar el Valeriano, una vez se adapte al cambio obligado porque el play off esta a la vuelta de la esquina.

No estaba contento el técnico manchego en los primeros compases del partido porque parecía que sus jugadoras se contagiaron del escaso ambiente en las gradas (poco más de un centenar de seguidores), la falta de tensión de un partido que se tenía que ganar con facilidad, pero que debía jugarse, y que era el de las pruebas tras la marcha de Liz. Esta menor intensidad y el buen hacer del Cantabria pusieron un marcador sorprendentemente igualado, incluso el Cantabria se colocó por delante (8-9).

Buena la reacción del Valeriano con un parcial de 5-0 más acorde a lo que se esperaba. El tiempo muerto del conjunto de De Stéfano cortó la racha local (13-12) pero Kralikova se encargó de poner de nuevo las cosas en su sitio (16-12). La nueva posición de Sabrina Duarte, en la que no estuvo atinada aunque tampoco se le podía exigir mucho más en este regreso forzado, y los errores poco habituales en recepción, obligaron a Chema, enfadado, a parar el partido e introducir a Alba Cardona porque el Cantabria se acercaba (18-17). De nuevo Kralikova y el enorme servicio de Helia González condujeron al Valeriano a la victoria en el primer parcial (25-19).

El Cantabria se defendió bien en la reanudación e incluso tuvo la 'osadía' de realizar algún bloqueo a Maga y Ana Correa para situarse por delante (2-4). También era capaz de realizar buenos ataques como el que culminó con un buen remate de Alejandra al parquet. Janine, poco inspirada en el primer set, puso con su explosivo remate el 6 a 5 a favor de su equipo. El juego no era vistoso y se alternaban buenos remates con puntos mejorables.

Aitana, por parte del Cantabria, mantenía a su equipo con opciones en el set (14-11, 17-15 y 19-17). Paró el partido Chema Rodríguez porque el Valeriano no podía permitirse el lujo de ceder un set cara a la clasificación pero un bloqueo a Helia González mantenía aún esta posibilidad. Con 21-18 saltaron a la pista Cristina Sanz y Alba Cardona. Pero fueron de nuevo, Kralikova y el servicio de González las que, con un remate final de Sandell, pusieron el 25-20.

Pese al 2-0 se desesperaba Chema Rodríguez en la banda, viendo errores impropios de sus jugadoras. Correa, poco resolutiva en el remate, Sandell, que erraba servicios y recepciones, y el Cantabria que realizaba un muy buen partido poniéndose de nuevo por delante (2-6). Tiempo de Chema, que no lograba entender algunos de los errores de sus pupilas y el Cantabria que salía mucho más respondón de lo esperado con una buena recepción unida a los errores locales (3-8).

Chema no se creía el marcador que alcanzó un preocupante 7-12. Llegaron más aficionados y la grada comenzó a animar para evitar que el set se escapara. La resistencia cántabra empezaba a menguar. Un parcial de 9 a 1 permitió llegar al segundo tiempo técnico con ventaja (16-13), y con la inercia propicia para llevarse el set y el partido aunque el Cantabria no se dejó ir y forzó otra igualada a 19. ¡Qué puntazo el que supuso el 22-20!. Los dos equipos lo salvaban todo.

Puntos jugados al límite, y las cántabras que mostraban un nivel notable. Empate a 23 para que Correa pusiera el primer match ball. Un bloqueo entre Helia González y Magda Kralikova finiquitó el partido más duro de lo esperado en el que lo mejor fue el resultado tras una semana adversa.