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El Valeriano Allés sumó ayer una de esas victorias (3-1) que valen mucho más que los puntos que te reportan en la clasificación. Las bermellonas ofrecieron un partido atractivo ante la mejor entrada de la temporada en el que supieron sufrir, mantener la calma y levantar el partido.

El Pinguela empezó desatado pero se fue diluyendo ante un Ciutadella que impuso su superioridad en el saque y en el bloqueo y ya en el tercer juego dio un paso más en la recepción. En cuanto al pase a la Copa de la Reina, al Valeriano Allés le falta sumar un punto en los próximos tres partidos que faltan para que concluya la primera vuelta.

Al Valeriano Allés le pesó su condición de favorito en los primeros tanteos del duelo. El Pinguela, que exprimía sus últimas opciones de ganarse una plaza en la Copa de la Reina, salió mucho más enchufado que las bermellonas. De entrada, con un bloqueo intimidador formado por Magali y la gigante y capitana Lanner. Luego, mostrándose más efectivas en la recepción y en el remate.

Por las locales, las fintas de Danira Costa apretaban un marcador que se decantaba hacia las gallegas. El 5-5 llegó con un rabioso remate de Sorokina que pretendía, además del punto, espolear a sus compañeras, algo espesas en el primer parcial. Ni el tiempo muerto de Bep Llorens, que exigía una mejoría en defensa, con el 5-7 metió a las locales en el duelo.

El Pinguela se mantenía por delante con puntos largos que le beneficiaban (10-12, 11-14, 14-16...) y a la pegada de la veterana Magalí de 44 años, mucho más ágil de lo que aparentaba en un primero momento. El Valeriano Allés logró su tercera igualada en el set (16-16) pero las visitantes atacaban con el cuchillo entre los dientes y al instante volvían a abrir una nueva brecha, 17-20, que anestesió Llorens con un tiempo muerto. Poco después buscó la serenidad en el saque dando entrada a la ciutadellenca Roser Olives. Recortó hasta el 20-21 y al perder el saque, regresó al banquillo. Las gallegas mantuvieron el tipo, infalibles, y cerraron el primer acto a su favor (21-25).

Rese McNatt, que se marcó un auténtico partidazo acabando con 23 puntos y estuvo muy tapada en el primer juego, se echó al equipo a la espalda con cuatro tantos, adueñándose del carril del '4'. Las tornas habían cambiado y ahora era el Valeriano Allés el que mandaba (7-4), aunque las gallegas no andaban demasiado contentas con algunas decisiones arbitrales que beneficiaban a las de Ciutadella. Pero el buen rollo se fue al traste con un 0-4 (9-11) que obligó a Bep Llorens a pausar la mala dinámica. Surtió, sin más. Primero devolviendo el parcial y luego marchándose hasta el 17-12, que obligó a Alberto Rodríguez a pedir dos tiempos.

Recortó el Pinguela pero de nuevo apareció la sensación americana. El Valeriano Allés se creció y merodeó a su presa, que estaba temerosa, dentellada a dentellada, hasta cazar el set e igualar el partido (25-16).

El tercer acto se tiñó, de nuevo, de rojo local al inicio. Con el 6-3, Rodríguez detuvo el partido para buscar soluciones. El Valeriano amplió hasta el 10-5 que hacía presagiar que las aguas se habían calmado y los dos actores habían asumido su papel; las locales como bicampeonas y las visitantes como conjunto recién ascendido. No fue así. Empataron el guaritmo a 10 y luego a 11.

El Valeriano Allés reaccionó y puso tierra por medio de nuevo con un par de puntos anárquicos, en el que los sistemas era lo de menos pero que sirvieron para lograr el 15-11. El juego iba pasando con los dos equipos achicando puntos. Las visitantes lo hicieron mejor (18-18) pero el defensor del título le echó narices (20-18). Bep devolvió a Roser al saque, que con dos puntos, uno de ellos directo, regresó al banquillo por Irene Cano, dejando el 2-1 encaminado. Únicamente dos errores locales por precipitación sazonaron los últimos instantes (25-21).

El epílogo empezó como la afición exigía. Al Valeriano Allés ya no le quedaba ni rastro de los fantasmas del primer tanteo, al recital de McNatt se unió Sorokina, mientras que el Pinguela ya no desprendía esa furia inicial. Las bermellonas se llevaron fácil el primer tiempo técnico (8-3).

El resto del juego fue un paseo victorioso para las bermellonas que llegaron a doblar a su rival (16-8) y luego se dedicaron a rentabilizar su renta, con Elena Marmaneu en pista, hasta el 25-14 final. La Copa de la Reina, a un solo punto.