Hasta aquí. El Valeriano Allés se adelantó en los primeros dos sets pero acusó el cansancio ante un Ecay que se mostró más ambicioso - RFEVB

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No pasa nada aunque apetecía más terminar la temporada ganando. El Valeriano Allés cerró ayer el curso con una derrota intrascendente ante un Ecay Leadernet (3-2) que se mostró más ambicioso en los puntos finales del tercer y quinto set y que obtuvo, por mérito, el derecho a acabar quinto por delante de las bermellonas.

La plantilla de Bep Llorens, más corta de efectivos que la local, acusó una temporada atípica y por momentos pareció como si se hubiera acabado la gasolina. Al final, no hubo el hipotético premio del play off ni para unas ni para otras.

Saques ajustados, terroríficos remates en escorzo, y defensas imposibles, hicieron las delicias de los más de 400 espectadores que se acercaron a la Universidad de Navarra a disfrutar de un espectáculo en estado puro. GH Ecay Leadernet y Valeriano Allés Menorca brindaron una sensacional actuación en uno de los mejores partidos que se recuerda en Pamplona. El único pero fue que el Barça no falló en su partido frente al colista, y por lo tanto se esfumaron las opciones del playoff.

Los primeros puntos fueron locales pero Sorokina apareció para poner las tablas en el marcador (3-3). Con Iva Petkovic y Andreia Alves bombardeando a la defensa bermellona, el bloqueo cobró especial importancia con Esther Marqués y Danira Costa pescando en los nervios locales. Sin brillo, pero con efectividad, el Valeriano Alles pasó de estar por detrás en el marcador al primer tiempo técnico, a cobrar sus primeras ventajas (12-13).

Los bloqueos estaban anticipándose bien en ambos equipos. En el tramo final del primer parcial Therese McNatt asumió la responsabilidad ofensiva, pero las locales iban a vender caro cada punto. Tal es así que las de Bep Llorens levantaron una bola de set en contra después de haber desperdiciado dos a favor. A la tercera sí fue la vencida y el primer parcial cayó del lado visitante en el electrónico (27-29).

Esto espoleó al CV Ciutadella que, con un 0-3 de salida y un variado repertorio ofensivo parecían dispuestas a solventar el segundo por la vía rápida. McNatt, Sorokina, Cano, D'Amaro… Todas encontraban hueco en la defensa pamplonesa, que acusó anímicamente en exceso la pérdida del primer envite.

El Valeriano Alles tomó una cómoda renta (10-15) para manejar con solvencia el set, concentradas para no fallar lo fácil, y atacando a la frágil defensa del Ecay que jugaba más con el corazón que con la cabeza. Ese pundonor, y la relajación de ver que las cosas marchaban bien lo que llevó a las locales a ajustar las cosas. Del 12-18 se pasó a 18-21, pero un tiempo muerto de Llorens devolvió la concentración y con ella, el segundo parcial (19-25).

Viendo que se le escapaba el partido, el Ecay salió con fuerza en el tercero (5-2). A Llorens no le gustaba nada lo que estaba viendo y se vio obligado a pedir un tiempo muerto para romper el ritmo. La recepción, que había funcionado muy bien, comenzó a dar problemas y las locales llegaron con ventaja al tiempo técnico merced a los desajustes defensivos y a las imprecisiones ciutadellenques.

Pese a todo, se mantenían cerca en el electrónico esperando su momento, aunque al final les iba a faltar tiempo. Dos remates consecutivos de Sorokina apretaron las cosas 23-22, pero un 'blockout' y un remate de McNatt que tocó la varilla hicieron subir el primer set al casillero local (25-21).

El cuarto acto lo pudo ganar cualquiera. El intercambio de golpes recordó entonces al del primer set, con jugadas de apreciación dudosas que los colegiados interpretaron a favor de las locales y que enfadaron a Bep Llorens. La intensidad creció por momentos. Sorokina, McNatt y D'Amaro aparecían con asiduidad por un lado y la defensa navarra poco podía hacer; por otro, Martín y Bedmar también anotaban con facilidad. El Ecay llegó con ventaja mínima al final para imponerse (25-23).

Las de Ángeles Pérez que habían ido de menos a más, salieron muy centradas en el 'tie break'. El bloqueo navarro cazó tres veces a McNatt y fue entonces Sorokina la que asumió la responsabilidad entrando como un obús por la izquierda. Pero eso no bastaba. Las navarras iban por delante buscando la remontada, con la grada entregada y con un puntito de suerte en la red. Pero el partido iba a morir, como no podía ser de otra forma, de la peor y más apretada manera posible.

Las navarras aprovecharon el matchball y terminaron llevándose la victoria. En buena medida gracias al giro en redondo advertido en la actitud de las jugadoras de Ciutadella, que hoy ya han acabado la temporada.