El Valeriano Allès se puso ayer por la mañana a trabajar en el gimnasio, sin tiempo para las lamentaciones. Yla primera fue la gran capitana del equipo, Ester Marquès. - Gemma Andreu

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De accidente deportivo puede calificarse, quizás, -el tiempo dirá si lo fue o no- lo que le ocurrió el sábado al Valeriano Allès Menorca en su debut en el Pavelló Municipal frente al CVB Barcelona.

Las de Llorens encajaron un rotundo 0-3 ofreciendo una pobre imagen, la peor que se les recuerda en mucho tiempo en Ciutadella. Había mucha expectación en el propio equipo y en su entorno de cara a este encuentro, al tratarse del Barça, de un rival directo, del primer encuentro en casa y en una temporada que ilusiona.

Y más todavía después del pobre inicio de la temporada pasada, un comienzo que para nada se esperaban repetir en Ciutadella tras la completa pretemporada protagonizada en cuanto a volumen de trabajo y resultados. El partido dejó muchas dudas de juego.

La primera incrédula por lo que ocurrió el sábado en el Pavelló era la gran capitana, Ester Marquès: «No sé qué nos pasó, la verdad. Estuvimos muy mal todas, y en todas las facetas del juego, y tácticamente no nos salió nada de lo que habíamos preparado, que para mí era acertado.

Fue un conjunto de contratiempos», señalaba ayer desde la sala de pesas. Sí reconoció la ciutadellenca lo que para muchos fue una de las claves de la abultada derrota. El hecho de que el equipo jugase, «agarrotado, con demasiada presión. Era un encuentro importante y el primero en casa y ante un equipo al que ganamos en pretemporada dos veces. Pero no fue confianza, sino todo lo contrario; exceso de ganas de hacerlo bien me parece. Y al final estuvimos todas horrorosas y fallamos en los momentos puntuales».

Lo que no cree ni mucho menos Marquès es que el equipo sufriese algo de relajación por la buena pretemporada realizada y por los elogios que recibió: «Yo valoré muy positivamente la gira por Catalunya, las nuevas se adaptaban bien y las 'viejas' estábamos mejor, y más comparando con la temporada pasada al inicio. Ahora éramos mucho más equipo que en octubre del 2012 y por eso me sorprende y mucho este paso atrás dado el sábado, cuando teníamos las mejores sensaciones».

Al acabar el encuentro el vestuario era un poema, «y estábamos muy tocadas individualmente porque ninguna de nosotras dimos la talla, y sabemos que podemos dar mucho más. Fue una decepción mayúscula y nos hará abrir los ojos haber perdido de esta manera ante un rival directo. Ante Murillo podía pasar pero el sábado no, y fue frustrante», exclama dolida y entonando el 'mea culpa'. Ester Marquès, como su entrenador Bep Llorens, también vio en el del sábado ante el Barça el peor encuentro en casa desde que al equipo lo dirige el preparador ciutadellenc.

El Valeriano Allès Menorca quiere mirar ya hacia adelante y pensar en el doble compromiso de este fin de semana en tierras canarias, ante CV Aguere, el sábado, e IBSA Gran Canaria el domingo. «Debemos mirar hacia adelante, trabajar más que nunca y pensar en las Islas Canarias. No hay más, seguir luchando», desvela.

Para la veterana central, «nuestro sendero debe ser estar más unidas que nunca y entrenar duro. Los planteamientos de Bep Llorens son los correctos y nosotras debemos centrarnos en que nos salgan en la pista, y punto. Calidad individual y de entrenamientos la hay, pero debemos jugar sin esta presión», cree. Lo que más mal supo al equipo fue ofrecer este fatal partido «a nuestra afición, y en el encuentro inaugural de liga en casa. Siempre quieres agradar y entiendo que el público se marchase algo disgustado».

Para acabar Ester Marquès, ya en el capítulo individual, se ve en un buen estado físico y de juego, «mejor de lo que pensaba teniendo en cuenta que este verano por mis ocupaciones laborales pude entrenar poco. Pero no me quiero quitar ninguna culpa de este sábado; fue un accidente deportivo», finalizaba enojada la jugadora.