Therese McNatt en la red intentando bloquear a una rival - Kika Triay

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Era el partido bisagra, el primero de los cuatro envites que debe ganar si quiere estar en la próxima Copa del Rey de Logroño, y el Valeriano Allès cumplió al vencer3-1a un joven y luchador Volley Alcobendas que pese a ir siempre a remolque de las menorquinas estuvo metido en cada set, a excepción del segundo en el que las menorquinas lo bordaron. Con Sheila D'Amaro de inicio y como central ante la ausencia de Ester Marquès, y Danira Costa renqueante -tuvo que jugar infiltrada al sufrir la noche anterior un problema muscular en la cadera-, las de Bep Llorens ayer sí supieron sufrir y sacudirse la presión tras ponerse 0-1 por errores propios. Ello sirvió para saber que el Alcobendas, liderado por Ana Muller, no debutaba en el Pavelló en plan comparsa. Tras el susto inicial se pudo ver al mejor Valeriano, liderado por McNatt y ante un rival desbordado en recepción (11-5). Irene Cano se apuntó a la fiesta (14-5) en los peores momentos del Alcobendas, que mostraba su bisoñez por momentos a pesar de maquillar el set (25-17).

Con el 1-1, se entró en los dos sets más igualados, en un toma y daca constante aunque con el Valeriano al timón. No acababa de despegar el equipo de Llorens (12-12) pero ahí estaban Brun y McNatt para solucionar un set extraño y que culminó D'Amaro con un servicio (25-21).

Ya en el último set fue cuando apareció la mejor versión de Do Monte, que fue quien en momentos complicados tiró del carro para poner el 11-9 gracias a su aportación ofensiva. Entre la brasileña y McNatt terminaron por desquiciar a un Alcobendas que echó en falta experiencia y determinación en los instantes decisivos.