ANA PÉREZ. La central murciana del Avarca celebra uno de los 16 puntos que le hizo al Haro convirtiéndose en la más resolutiva de su equipo a lo largo de todo el encuentro | Josep Bagur Gomila

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Tras la última derrota en liga y la decepcionante eliminación en cuartos de final en la Copa, volvió el Avarca ayer a la competición doméstica y no podía fallar. Y no lo hizo. No fue un partido brillante, más bien discreto, pero logró el objetivo. El rival, Haro Rioja, de Alba Cardona, Ballinga y d'Amaro, tampoco exigió demasiado, justificó su pobre clasificación, y al final el técnico Bep Llorens se quedó con el resultado. Deberá mejorar cuando se enfrente a rivales más fuertes, pero los triunfos antes los 'débiles' también cuentan.

Entró frío el Avarca en el partido y tuvo que pedir tiempo muerto su entrenador para indicar a sus jugadoras que el partido ya había comenzado (2-4). Mejoró la defensa y con los remates de Pérez y Vázquez, recondujo la situación llegando al tiempo técnico con ventaja (8-5). Juego poco vistoso, errores inusuales y altibajos de ambos equipos que igualaban el tanteo (13-12). No conectaba en demasía Danira Costa y el equipo se resentía sin la organización de su colocadora. Aún así, la ventaja era siempre suya. Pocos remates contundentes, pocos bloqueos y los puntos que iban cayendo de un lado y otro, más por error del adversario que por mérito propios. Cano apareció cuando se la necesitó y un bloqueo suyo puso al Avarca a dos puntos del set (23-17). Sin pena ni gloria el equipo se llevó la primera manga, aunque su juego mejoró al final.

Tras el 4-4 del inicio del segundo set, el cuadro ciutadellenc colocó 8 puntos que le distanciaron 12-4. La mala recepción rival y la aportación de Irene Cano, tanto desde el centro como de opuesta revitalizaron al equipo. Mantuvo la cómoda renta de ocho puntos el Avarca hasta el 20-12 que parecía dejar el segundo set. Pero nada más lejos de la realidad. Siete puntos consecutivos del Haro, con servicio de D'Amaro, le colocaron a uno (20-19). Un par de concesiones consecutivas de las riojanas allanaron el camino para la consecución del segundo parcial (23-21). Cano tuvo en sus manos el set, pero remató tocando la red. Con empate a 24, Brun con su remate colocó el 25-24. Raspall respondió y de nuevo igualó pero erró su servicio y de nuevo set-ball para el Avarca. Con servicio de Brun, Llabrés falló la recepción y el segundo cayó para las locales.

Juego poco continuo y casi más errores que aciertos en el inicio de la que sería última manga. El público no disfrutaba. La ciutadellenca, Alba Cardona (Haro) que entró mediado el segundo set, mantuvo su puesto en la pista en detrimento de Ballingha, y lo hizo aceptablemente bien. Aún así no pudo contribuir a la mejora necesaria para que su equipo plantara cara al Avarca. Sin muchos alardes, el equipo de Llorens hacía lo mínimamente necesario para ir por delante de su rival (14-5).

Las de Ciutadella rebajaron la tensión, perdieron intensidad y el Haro, casi sin quererlo, se colocó a dos puntos (17-15). Pérez, muy atinada como máxima realizadora, con un remate y un bloqueo alejó de nuevo a su equipo. Pero Barrasa empató para el Haro (19-19). Ahora ya era cuestión de fallar menos que de acertar más. Un error, un acierto ahora del Avarca, ahora del Haro. Y la igualada que se mantenía (23-22). Cardona erró su servicio y D'Amaro su remate y el Avarca se llevó el set y el partido, su novena victoria en el campeonato.