Le salieron bien a Bep Llorens los importantes cambios tácticos propuestos el pasado sábado ante el CVB Barça. En la imagen, dirigiéndose al equipo en un tiempo muerto, sobre todo a Rocío Gómez | Josep Bagur Gomila

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Avarca vuelve a sonreír un mes y medio después tras doblegar en un gran partido al CVB Barça (3-0), match que controló desde el inicio gracias al imparable ataque de una renacida Esther Marqués –que volvió a ser titular en detrimento de Raquel Brun– y a la currante Bea Vázquez. A quienes se les unió también la capitana Irene Cano, que se agigantó en el centro de la red para sumar siete bloqueos de los catorce totales.

La solvencia de las ciutadellenques se mantuvo todo el encuentro en el Pavelló, eficacia que se mantendría en el tercer set con una clara ventaja que sabrían administrar las jugadoras de Llorens para cerrar un trascendental triunfo en el aspecto anímico principalmente y llegar a las dos últimas jornadas con opciones de alcanzar todavía la tercera posición. Un Avarca que realizó un partido notable, muy necesario había advertido en la previa Llorens, sobre todo en ataque y bloqueo, siempre mandando en el electrónico con la seguridad y confianza de la que hizo alardes en la primera vuelta.


Laboratorio Llorens

Un partido con novedades tácticas y cambios de cromos en el siete local ya que Llorens volvió a confiar en la veterana Esther Marquès, que le correspondió con 15 puntos, máxima anotadora. Una titularidad de la ciutadellenca que afectó a la catalana Raquel Brun. «Veía que Esther estaba entrenando muy bien en ataque pero en la posición de central –la suya–, tenía difícil jugar con el buen rendimiento de Pérez y Cano. En la primera vuelta jugó de opuesta por Bea pero esta nos aporta un espíritu competitivo que era muy necesario», esgrimía Llorens para explicar la titularidad de Marquès y suplencia de Brun.


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