«Empezar con el pie derecho era fundamental»

La receptora, de 26 años y 1,83 de altura, rubricó una actuación que, más allá de la fría y calculada estadística, le permitió conectar oficialmente con su nueva afición a partir de unas desenfrenadas celebraciones que contagiaron a los trescientos asistentes a la primera cita del calendario competitivo liguero. Westergaard se ha metido, de primeras, al aficionado en el bolsillo y pasará a engrosar el rosario de figuras idolatradas por la grada de Ciutadella.