El Avarca fue ‘partícipe’ de la fiesta lagunera, contribuyendo a que la alegría de su rival fuera doble; por acoger de nuevo espectadores en su pista y hacer coincidir tan señalada fecha con una victoria inapelable | CV Haris

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El Avarca Menorca cayó derrotado en la tarde de este sábado en Tenerife ante el Sanaya Libbys La Laguna por 3-0, en lo que significó la tercera decepción sobre los últimos cuatro partidos que ha disputado el conjunto que entrena Bep Llorens. El equipo canario, que superó de cabo a rabo al de Ciutadella, celebró así del mejor modo la vuelta de aficionados a su pista –hecho insólito, a causa de las medidas anti-covid, durante lo disputado de la presente temporada– y abundó por extensión en la crisis de resultados en la que se ha enfrascado el colectivo de Ciutadella en las fechas previas a que se celebre la Copa de la Reina.

El Avarca, que se presentó en las Afortunadas con la restituida vitola de líder de la competición (que recobró el jueves al superar a Las Palmas, en lo que fue la única luz durante el tenebroso trecho que se ha distinguido para sus intereses las últimas diez días del actual mes de febrero), regresó a Ciutadella desprovisto de la misma, y con las lógicas dudas que generan el haber entregado tres derrotas en tan breve intervalo.

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