Dominik Blaha, el técnico del conjunto austríaco, rival de las menorquinas, durante un tiempo muerto con las suyas. | GEPA pictures/ Mario Buehner

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A primera hora de esta mañana la expedición del Avarca de Menorca– sin la argentina Antonela Fortuna, que podría llegar a finales de esta semana– ha iniciado viaje hacia Austria, donde mañana por la noche (19h) jugará en el Raiffeisen Sportpark de la ciudad de Graz el encuentro de ida de los 1/32 de final de la Challenge Cup 2023-24. Las menorquinas se entrenarán ya esta misma noche y mañana al mediodía– en la sesión oficial–, en el pabellón austríaco para ultimar contacto con el balón europeo y con la propia pista de juego. Un Avarca que llega a la cita europea con ciertas dudas, tras una de cal y una de arena en la Liga Iberdrola.

Declaraciones de Dominik Blaha

Dominik Blaha es el máximo responsable del rival del Avarca de mañana por la noche en Austria. Hombre de club, empezó a jugar con el equipo masculino con apenas 17 años como líbero y tras dejarlo a los 24 años. Empezó en el cuerpo técnico del equipo hace cuatro años y ahora es la segunda como primer entrenador.

En declaraciones a «Es Diari», Blaha habló ayer de la ida de estos 1/32 de final de la segunda categoría europea. Y empezó el técnico lamentando las dos ausencias que ya avanzaba ayer este diario: sus jugadoras atacantes, Marie Bruckner y Maya Taylor, aún duda en las filas austríacas. Ya se han reincorporado a los entrenamientos y superado la prueba física pero es dudosa su presencia. «Nuestras dos mejores atacantes se lastimaron hace tres semanas y el mismo día. Desde entonces todo el mundo quedó un poco ‘tocado’ la verdad en la plantilla. Todavía hicimos algunos buenos encuentros, sin embargo, las lesiones nos hicieron retroceder durante semanas y hasta ahora no estoy nada satisfecho con esta temporada», manifestaba ayer, sin tapujos y con signos de preocupación, el homónimo de Llorens en Graz.

En palabras de Blaha, en el UVC Holding Graz y con vistas al Avarca, «tenemos algunos oponentes que se adaptan muy bien a nosotras y hacemos que suceda lo imposible. Tengo curiosidad por saber qué tipo de equipo será el Avarca de Menorca», subraya el preparador rival insular, que no oculta la importancia de sacar mañana un resultado positivo en el pabellón Raiffeisen Sportpark. «Por supuesto, me encantaría ganar en casa, pero no creo que sea importante o determinante ganar en Graz. Creo que todos estaremos un poco nerviosos y preveo que ocurrirán errores poco normales. Pero tan pronto como las chicas se den cuenta de que se adapten al juego, en nuestro caso, podremos vencer a cualquiera y en el lugar que sea», aseguraba decidido Blaha. «Europa siempre es especial y queremos volver a ganar. Avarca es un buen equipo pero seguro que está a nuestro nivel y espero mucho apoyo».

Un técnico– decisión expresa y apuesta personal del presidente del UVC Holding Graz, Andreas Artl– que ha visto como a finales de este curso pasado 2022-23 se le reinaban dos pesos pesados del equipo: Anja Dörfler y sobre todo, Ursula Ehrhart. A la hora de hablar de favoritos, el entrenador no se moja en absoluto y no tiene nada claro lo que pueda suceder en Graz este jueves. «Después de nuestro comienzo con todas las lesiones importantes y otras cosas que les pasaron a mis jugadoras, no sé muy bien con qué nivel llegamos a esta cita. Sé que podemos jugar a un nivel realmente alto si ciertos elementos funcionan bien», piensa en voz alta, pasando de alguna manera la pelota a las menorquinas. «En este caso, dependerá de si el Avarca también puede mejorar su juego», analiza Blaha, atento al inicio ciutadellenc en la Liga Iberdrola. «Intercambié vídeos y vi el partido de las menorquinas contra el Haro Rioja de hace dos semanas. Sé que todavía falta una jugadora importante por llegar pero aparte de eso, el Avarca parece sólido y listo para la competición», prosigue Blaha, sin querer entrar en detalles tácticos o de conocimiento del Avarca. «Lo veréis en la cancha», suelta el preparador.

Un Blaha que de su escuadra destaca, «nuestro servicio y nuestra recepción. Espero que una al menos o las dos lesionadas puedan jugar mañana. Yo ya sé la respuesta», bromeaba el preparador austríaco, que pudo ver «un poco la Isla cuando volé de regreso de España en agosto. Tengo muchas ganas de que llegue nuestra visita porque parece hermosa y soleada», zanja.