Las menorquinas deberán hacer las maletas para viajar a Bakú

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Giro inesperado de los acontecimientos en el serial vivido estos días por el Club Voleibol Ciutadella y que al final se ha quedado en nada. A pesar de que el acuerdo con el club Azerrail Bakú– su próximo rival en los 1/16 de final de la CEV Challenge Cup 2023-24– era total para poder compartir los gastos de esta costosa eliminatoria y también pese a que el OK era absoluto desde Azerbaiyán– como avanzó «Es Diari»– finalmente la eliminatoria a doble encuentro será también a ida y vuelta. Pendientes de la autorización de la Federación Europea de Voleibol (CEV) tras el acuerdo con las rivales, la misma llegaba denegada este miércoles por la mañana, como avanzó por sorpresa la entidad bermellón en sus redes sociales. O sea, que cueste lo que cueste, llegue el dinero que llegue desde Palma y llueva o no, la vuelta ante las azeríes se disputará, en teoría, en el Pavelló Municipal de Ciutadella, como dicen en el club ciutadellenc.

Por tanto, final hasta cierto punto imprevisto y sorprendente del culebrón europeo y los dos partidos de los 1/16 de final de la segunda competición europea en importancia se jugarán como estaban previstos al principio y según la CEV: la ida el jueves 9 de noviembre en la capital de Azerbaiyán y la vuelta, el siguiente miércoles día 15, en el tan cuestionado ‘poli’ de Ciutadella.

O sea, que a partir del comunicado emitido este miércoles por la tarde por el CV Ciutadella, siguen sin plantearse– o al menos mencionarla– la opción Pavelló Menorca, por la que, según el club de poniente, ni habían movido un dedo todavía, pendientes del Govern Balear. Por tanto, queda claro que la vuelta ante el potente y cualificado Azerrail Bakú será en Menorca, pendientes del cielo y de si el tiempo permite que se dispute el partido, en función de las lluvias.

Una decisión de la CEV que complica las arcas económicas del club por la cuantía del viaje y también el aspecto deportivo, ya que, entre medias de la ida y la vuelta contra el Azerrail Bakú, el equipo de Bep Llorens deberá lidiar una de las salidas más duras de la Liga Iberdrola, el Centro Insular de Las Palmas, para medirse al CV Gran Canaria. Las insulares volarán hasta el Mar Caspio y además deberán hacer frente a un viaje exprés de casi 8.000 kilómetros. «Evitarlo era una razón más para intentar agrupar los partidos europeos y poder afrontar los de liga con la mejor disposición posible, por lo que respeta a viajes y traslados», señalaban este miércoles en el escueto comunicado únicamente publicado por la entidad en sus redes sociales.