Bonita recepción de la actual líbero del Avarca, la madrileña, Patricia Rodríguez, vistiendo en Francia la camiseta del Nancy Volleyball.

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La líbero internacional madrileña del Avarca de Menorca, Patricia Rodríguez (1995), cumple su segunda temporada en las filas del primer equipo del CV Ciutadella, algo poco común en esta jugadora con un gran palmarés y experiencia en la Liga Iberdrola, ya que desde que debutara en la máxima competición en la campaña 2013-2014 con el Alcobendas, se ha convertido en una trotamundos del voleibol. En plena madurez deportiva y profesional y tratada como una de las mejores líberos –sino la mejor– de la Superliga Femenina, entre otros muchos destinos deportivos antes de vestir de rojo, uno y de muy especial fue el de la temporada 2019-2020. Aquel año dio el salto a Europa fichando en la Liga A1 de Francia, con el Nancy Volleyball; un aciago curso que acabó, por sorpresa, por el coronavirus, cuando estaban con opciones de jugar la fase final.

Exjugadora de la A1 francesa

Si bien jugó una sola temporada en la Ligue1, Patricia Rodríguez evidentemente tuvo tiempo de conocer y vivir de primera mano el voleibol galo y, en especial, a las potentes Neptunes de Nantes, próximo rival del Avarca en los octavos de final de la CEV Cahallenge Cup. A días del partido de ida del miércoles próximo en el ‘poli’–si no llueve­–, la líbero titular roja rememora con «Es Diari» su pasado en Francia. «Recuerdo de mi estancia en la competición francesa que cada partido que jugábamos, fuera donde fuera, era una fiesta para mí. En España estamos acostumbrados a vivirlo, por ejemplo, con la Copa de la Reina, que sea algo más sonado. Pero en Francia es habitual, presentaciones espectaculares y demás», recuerda la jugadora madrileña, feliz en Ciutadella.

Rodríguez, totalmente recuperada de la grave lesión de hace unas temporadas, dice del Nantes que «siempre ha estado con los equipos de arriba en Francia y enfrentarte a los mejores, como ante ellas, era muy especial. Un pabellón precioso, con una gran afición y un equipo de mucha calidad».

«Cada país y cada liga tienen su esencia y en este caso, Francia –que lo viví– te hace ver cómo los galos sienten el voleibol. Me sentí muy bien jugando con el público de Nantes, igual que ahora aquí en Ciutadella, que te lo hacen aún más grande el sentimiento», subraya ‘Patri’. «Francia en general y el Nantes en particular, al estar entre los de arriba, es de un nivel muy alto y además, con un estilo de juego diferente. En Francia el juego es muy físico, en el sentido de jugar contra gente muy alta y grande, jugando mucho más al fondo y probablemente tácticas diferentes a las de la Liga Iberdrola», analiza.

En España, asevera, «jugamos más a la diagonal corta y hay como más ángulos de ataque. En la liga francesa quizás los viví menos, con un juego más potente y diferente. Me tuve que adaptar a un sistema que no conocía y me costó en el arranque», a dmite de un año con «una exigencia y nivel muy altos en todos los aspectos del juego, con jugadoras de mucha calidad individual», zanja.