Estatua de Alfons III, rey de la corona Catalano-Aragonesa, que conquistó Menorca en 1287 | Javier Coll

Un territorio pequeño pero hogar de muchos pueblos. La historia de Menorca se ha ido forjando con el paso de los siglos y el legado que las diferentes culturas han dejado en un territorio caracterizado por disfrutar de una situación privilegiada y estratégica en el Mediterráneo occidental. El cuándo, cómo y desde dónde llegaron a las costas menorquinas los primeros pobladores sigue siendo a día de hoy un misterio sin resolver. Los historiadores hablan de un pueblo remoto que habitaba en las cuevas al que le siguió la cultura talayótica, de cuya herencia se puede determinar que eran ya una sociedad bien organizada.

El ocaso de dicha civilización se cruzó en el tiempo con la ocupación militar por parte de los cartagineses, desbancados después por los romanos, que conquistaron las Baleares en el 123 a.C y dieron a la Isla el nombre de Minorica. Los vándalos aprovecharon la caída del gran Imperio haciéndose con el control de todo el Archipiélago, hasta que después de constantes ataques los musulmanes se asentaron de forma definitiva en 903 para acabar dejando también una profunda huella tras casi cuatrocientos años de ocupación.

No fue hasta 1287 cuando Menorca dejó de ser oficialmente islámica, con la conquista de Alfonso III de Aragón el 17 de enero de dicho año. Una fecha clave en su historia y festividad que se conmemora cada año como la Diada del Poble de Menorca. Así comenzó una época de esplendor que se prolongó hasta finales del siglo XIV, cuando empieza a sufrir un proceso de despoblación y decadencia económica. Una caída en picado en la que jugaron un papel clave los ataques otomanos; tristemente recordados son el que llevo a cabo Barbarroja en Maó en 1535 y el de Pialí Bajá en Ciutadella, cuya sangrienta invasión en 1558 hace que se recuerde como S’Any de sa Desgràcia (el año de las desgracia).

Invadida por los británicos en 1708 durante la guerra de secesión española, fue reconocida bajo su soberanía a raíz del Tratado de Utrech (1713). Así arrancó un convulso siglo en el que se sucedieron las invasiones y dominaciones. Tras los ingleses llegaron los franceses, que dieron paso a una segundo y tercer dominio británico con el control español entre medias. El fin a la ola de cambios llegó en 1802 con el Tratado de Amiens, momento desde el que Menorca ha permanecido como territorio español.

Illa del Rei

El islote del puerto de Maó alberga un hospital naval que representa una buena parte de la historia menorquina. Construido por el almirante Jennings en 1711 en conmemoración del desembarco de Alfonso III, el año pasado celebró su 300 aniversario, una conmemoración que sirvió para resaltar los aspectos culturales, históricos, médicos y humanos que representó en su día el centro médico. Más información en www.islahospitalmenorca.org