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Reconstruye la realidad con mirada propia, un tanto provocativa, a veces con ironía. Si bien parece de entrada que puede estar cansado de todo, en realidad Pol Marban está empezando y en el fondo ama la vida, que observa desde una perspectiva personal y crítica con un gusto que se decanta por la decadencia, de la que saca el mejor jugo. Se sitúa en la vanguardia, bebe de la cultura underground y no se pone límites.

Recién cumplidos sus veinticinco, Pol Marban recuerda su infancia entre una casa pequeña de campo y el pueblo de Es Castell. Lleva seis años viviendo fuera, pero la Isla sigue siendo el campamento base, su refugio que recorre siempre que tiene ocasión con su bicicleta. Actualmente vive en Barcelona, después de haber vivido algunos años en Altea, un pueblo de Alicante donde empezó Bellas Artes después de haber estudiado en la Escuela de Arte de Menorca, a donde le gustaría volver como docente durante una temporada.

A pesar de encontrarse en cuarto curso de Bellas Artes, la carrera incipiente de Marban como artista ha sido reconocida por la crítica. Además de haber expuesto en el Arxiu d'Imatge i So, es habitual de Sa Fàbrica de Maó, donde tendrá una individual el próximo setiembre. En esta exposición, Marban explorará desde una visión personal cómo la luz influye en el arte y lo hará fundiendo todos los lenguajes, como el videoarte, la instalación, escultura, dibujo... en una escenografía impactante que dará pie también a que la gente reflexione sobre cómo la luz artificial afecta a la vida humana. Pero antes, el mes que viene, su espíritu inquieto lo llevará a vivir la aventura de un viaje por Lituania, donde sabe que le esperan unas condiciones climatológicas duras de 30 grados bajo cero, donde espera hacer realidad sus grandes motivaciones de fotografiar los suburbios de ciudades como Núremberg, Cracovia, Vilnius o Kaunas.

¿Quién es Elpulpol?
Más que un seudónimo, Elpulpol es un alter ego, el cual se dedica a piezas de corte más visual, gamberro y descarado. Es donde me refugio para salir de la seriedad y sobriedad… realmente paso temporadas enteras siento Elpulpol. En cambio cuando trabajo como Pol, me centro más en un trabajo visceral y personal. En definitiva, se trata de una división en mi trabajo.

¿El arte sirve?
Evidentemente sí, no sólo como vía de expresión personal, sirve tanto a quien lo crea como a quien lo disfruta. Entre muchas utilidades, se trata de un registro histórico, antropológico y social. Después también tenemos el tema del mercado del arte, que le está sirviendo a mucha gente para crear enormes fortunas, pero yo allí no quiero entrar.

Parece que anda siempre con los ojos semiabiertos y la mente despejada... ¿encuentra interesante hasta lo más insignificante?
Una vez, un conocido me dijo que un buen fotógrafo es capaz de hacer un buen reportaje incluso al espacio más insignificante, allí me di cuenta de que tenía que trabajar mucho. Creo que desde entonces no he parado de currar, eso te da luego una cierta "facilidad" para saber lo que buscas, para encontrarlo, el cosmos se tiene que poner de acuerdo, jajajajaja.

Tiene escrito que está cansado de currar por la decadencia, no obstante se lo curra en dibujo, pintura, fotografía, escultura, videoarte... Cansado no parece realmente...
Realmente cada día tengo más ganas de pintar, dibujar, fotografiar, modelar, diseñar… y la santa decadencia es una atmósfera en la que me siento muy a gusto.

A pesar de tanta decadencia, maldad y fealdad, también tiene su cara más tierna y romántica, ¿es confesable?
Sí, por supuesto es confesable, me siento orgulloso, y un poco de dulce no amarga a nadie.