La conciencia de la armonía

La colección, una veintena de producción nueva, se completa con trabajos anteriores. Su evolución siempre es marcada y su mensaje claro: "Es importante saber qué arte vas a transmitir y en qué estado estás tú para hacerlo". Explícita como pocos autores de la Isla, el discurso de la pintora retumba consciencia armónica. "Cuido mucho la información que entra en mi cabeza y me pregunto ¿es necesario que irrumpan en nuestra vida las imágenes violentas?, yo escojo y decido que no, porque pese a las debilidades de cada uno cabe advertir que son todas esas imágenes las que luego entretejen tus pensamientos". Lamenta la existencia de una única realidad sostenible, "la versión oficial de medios de comunicación y estados", afirma, y añade: "si todas las personas ofreciesen y juntases sus realidades, la Humanidad cambiaría".

Un ritmo geométrico delimita sus pinceladas. "Me esmero por conseguir que el espectador recorra cada cuadro". Marianela Gallardo prosigue con su particular oda a la fusión entre hombre y mujer. Figura humana con la que también habla de la reconciliación con la Tierra, el amor y la libertad, previa catarsis. "Estaban en un sueño", "El beso" o "Las flores que laten" dan fe de las emociones que surgen de cada trazo, por ello asegura disfrutar pero también sufrir con el arte. Su actual etapa emana unión. "El arte es una responsabilidad muy delicada", recuerda. En el modo de hacer, técnica mixta. Mantiene la simbología de pies gigantes, cuerpos dinámicos o corazones visibles. Esculpe la vía entre lo racional e irracional. Vive, y luego dibuja. Últimamente se permite el puntillismo, el soplido o la pintura con los dedos. Sus personajes surgen del fondo del lienzo convirtiéndose en volumen. Ella lo califica de manierismos.

Visitar su obra es imprescindible para el alma.

Pinturas de Marianela Gallardo, en la galería Xibau de Ferreries hasta el día 28.
www.xibau.com