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El minimalismo que confiere la elegancia, y el rigor técnico, marca la línea ascendente de la proyección internacional de la firma Cardona Bonache. El tándem compuesto por el menorquín Víctor Cardona (Ferreries, 1982) y el catalán Israel Frutos Bonache (Barcelona, 1984) prosigue la promoción de sus patrones más allá de nuestras fronteras. El pasado jueves regresaban por segunda vez a París, si bien en esta ocasión programaron por vez primera una presentación en la Galerie Baumet Sultana. "La capital es la cuna de la moda. Hay que estar presente pese a que cuando comienzas allí no eres nadie", comenta Víctor Cardona -vía telefónica- mientras va de camino a la ciudad francesa.

Allí mostraron su nueva colección Primavera-Verano 2011. "Bellows" es el resultado de un trabajo de medio año. Como acostumbra, Cardona Bonache ha escogido un elemento del propio mundo de la moda que les sirva de inspiración. En el pliegue fuelle (bellows) han encontrado el punto de partida para la próxima temporada. No abandonan la línea clásica, recta y geométrica. Desde el pequeño detalle desglosan un estilo sobrio pero muy elaborado. Un concepto que estructura cada uno de sus proyecto de manera transversal.

En la conquista parisina, la marca de prêt-à-porter femenina proyecta un show-room que permanecerá abierto hasta el próximo día 8. La prenda estrella: los vestidos cortos por encima de la rodilla; y el complemento, el pañuelo estampado. Es precisamente el estampado una de las novedades de la firma. "Este año nos hemos decidido por trabajarlo en tonalidades arena y esmeralda", apunta Cardona. Negro, blanco, crudo y arena son los colores de "Bellows". Textiles generalmente en algodón con acabados sintéticos.

El público de Cardona Bonache es una mujer de alto poder adquisitivo que busca la elegancia y la exclusividad. Actualmente las prendas tienen puntos de venta en Hong Kong e Italia donde, dicen, su moda "da muy buenos resultados". A ellos la crisis no les merma sus ganas de proyección.