Les paraules del ‘fanfarrón negativo’…

PESSIMISME
'Al tercer día de nacer ya me estaba cagando en la sociedad española. Siempre he tenido la sensación de que no iba a tener nada positivo, y he intentado crearme válvulas de escape. La principal es el erotismo, una de las pocas cosas que me asciende desde el nivel del barro y de la mierda de esta sociedad que me ha tocado… Dice Piccoli que soy el Quijote (després s'ho va pensar millor: 'Bueno, también podría ser Sancho'). ¡Tendría que ser el Marqués de Sade! Hasta la Guerra Civil yo era un solitario total, no tenía amigos. Tenía la fantasía estúpida de querer ser invisible. Luego la contienda y tuve que salir de casa. En el 36 yo tenía 15 años. Y a los 13 ya sabía que pasaba en España, porque mi padre era diputado republicano y mi abuelo había sido senador con Sagasta… Mi familia era una familia de políticos, y con ellos supe que la política era una cagada, como todo…'

'Todas mis películas son crónicas de un fracaso. Es mi eterno discurso. En todas alguien quiere lograr algo y termina la película sin conseguirlo, hundido dentro de las trampas que la sociedad nos impone (…) Mi sentido de la comedia siempre parte del pesimismo, de la miserabilización del ser humano, y esta está llena de personajes absolutamente desmelenados y divertidos que a su vez todos fracasan en sus pequeñas cosas'.

'AUSTROHÚNGARO', LA PARAULA MÀGICA
'Austrohúngaro, sí; enParís-Tombuctútambién la he metido. Ya son los demás los que se ocupan de que no falte. Una vez se me olvidó y pudimos hacerlo a película terminada. Fue en el sketch deLas Cuatro Verdades. En la escena final, el organillo del protagonista se engancha a un coche de muertos, un coche antiguo de caballos, y el organillero dice: ¡Arre, Austrohúngaro!'

EL FETITXISME
'Mis fetiches son todos los objetos que están en contacto con la piel de la mujer: los zapatos de tacón alto modelo salón –si se ve el inicio de los dedos, mejor–, las medias, el liguero, los corseletes (…) En los labios, las uñas y los trajes de las señoras me gusta mucho el fucsia'.

EL PLA SEQÜÈNCIA
'Mis películas, al ser corales, propician el tratamiento del plano-secuencia. Me surgen, me salen planos largos. En origen, antes de convertirse en una etiqueta mía, era por comodidad; ahorraba tiempo. Luego, desde Patrimonio Nacional, que es la más enriquecida de planos-secuencia, planos largos y complicados de ocho y diez minutos, pasaron a convertirse en una obsesión'.

LES COMPLICITATS
'La mayor parte de mi período cinematográfico creativo es impensable sin Alfredo (Matas) y sin Amparo (Soler Leal). Con José Luís López Vázquez, que es el actor que más aportaciones me ha hecho de todos los que han trabajado conmigo, o Agustín González quedaba también alguna vez fuera de los rodajes, pero con Alfredo y Amparo viajaba, salía, comía… Con Rafael Azcona tengo muchas afinidades: nuestra inclinación por los antihéroes, por el fracaso, por el esperpento, nuestra misoginia.. Con él dejé de hacer guiones y eso hizo que dejáramos de vernos; nos juntábamos para buscar ideas… No nos vemos porque ya no se hacen tertulias, la ciudad está llena de coches. Con Azcona siempre hubo una amistad profunda, y se nota cuando nos hemos visto de nuevo, aunque estemos cagándonos en la vida mutuamente…'

'He trabajado con muchos: Bardem, Alexandre, Isbert… Alfredo Landa dijo de mí lo que mejor me define: 'Berlanga es un hijo de puta con ventanas a la calle, pero si me llama, siempre me tendrá a su lado'. Se hacen amigos míos, pero en los rodajes me odian…'

DE COMIATS (DESPRÉS DE RODAR PARÍS-TOMBUCTÚ)
'Desde La vaquilla siempre pienso que ruedo la última película, pero los directores somos como los toreros: nos despedimos y volvemos al ruedo. En mis sucesivas vueltas ha habido también esa cosa buñuelana de las películas alimentarias. Pero esta vez lo digo con más rotundidad por razones objetivas. Una, clínica, esa ciática que durante el rodaje hasta me impedía vestirme solo. Cumplí como un gitano legítimo, pero tenían que ayudarme a ponerme los calcetines y los pantalones todos los días, porque yo solo no podía. Eso, unido a que cada vez es más corto ese espacio tan maravilloso que se llama no hacer nada y que los valencianos como yo, que nunca hemos comprendido lo de la depresión del jubilado, sabemos gozar a tope. Cuando tienes bien construida la soledad, elegida, bien remunerada hacia ti mismo, disfrutarla es una gozada casi orgásmica. Y, aunque uno nunca piensa que la va a palmar, ya he tomado conciencia de que ese espacio de no hacer nada se acorta por razones biológicas. La segunda razón es que el fanfarrón negativo que soy, que siempre dice que todo lo que hace es una mierda, esta vez está contento…'

Les paraules del cineasta més lúcid i coherent de la nostra història… Com diu Álex de la Iglesia: 'Nadie en la historia del cine ha llegado tan lejos en talento y tan cerca de nuestras almas malheridas… Para mí fue más grande que Dreyer o John Ford'…Good Bye, Mr. Berlanga… I, sincerament, moltes gràcies…

Fins la setmana que ve, incrèduls!