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De Tasmania a Menorca
Fotógrafo australiano, Luke Reid es fiel defensor del sistema analógico. Durante 2 años se relacionó con los "sin techo" de Sydney. Acudía casi a diario a conocer de primera mano la vida en la calle de los marginados. Lo que comenzó como una dura convivencia nocturna acabó en un interesante proyecto. Reid aterrizó en Menorca el pasado mayo. Ha decidido fijar su residencia en la Isla junto a su compañera y comisaria Lara Tejela. Nació en Tasmania en 1982, y no lo hizo de cualquier modo. Su madre le tuvo a él y a sus hermanos mediante parto natural, en medio del bosque de la casa donde vivían... El próximo jueves inaugura en Maó "Penombres halògenes del cor".


Quién descubrió a quién: la fotografía a usted o usted a la fotografía?
La fotografía a mí. En 2003 llegué a Sydney con la idea de estudiar en la Escuela de Cine. Comencé a moverme por la noche de la ciudad y comencé a hacer fotos con el único equipo del que disponía entonces, una Canon EOS analógica. Durante ese tiempo conocí a Steven Frizza, un tipo que trabajaba en uno de los laboratorios fotográficos más importantes de Sydney. Nos hicimos amigos y fue muy generoso conmigo, me enseñó todo lo que sé respecto al revelado. Hoy él es uno de los mejores especialistas en revelado de Australia. Es un obseso de la fotografía, sólo duerme unas 2 ó 3 horas, se pasa el día revelando.

En la exposición que inaugura este jueves en el Arxiu d'Imatge i So de Menorca, en Maó, ¿son todo trabajos analógicos?
Sí. Hasta hace poco no he comenzado a trabajar en digital básicamente por falta de equipo, pero estoy muy satisfecho de haber comenzado en analógico porque creo que este sistema te da cosas que no te puede dar el digital. Es como en la música, frente a un iPod un vinilo siempre será un vinilo... Desde 2009 ya cuento con una Canon 5D digital.

¿Cómo define su modo de hacer fotografía?
Mi relación con la fotografía está en constante cambio. Al principio mis trabajos siempre han sido muy orgánicos. Cuando se trata de proyectos artísticos no busco la imagen. Por ejemplo, en este proyecto sobre los "sin techo" de Sydney he tenido una larga convivencia con todos ellos. Me he acercado, los he conocido uno a uno, les he abastecido de comida, he sufrido con ellos... Mi primera intención nunca fue la de fotografiarles, fue algo que surgió con el tiempo. Creo que se nota, el resultado es muy personal o al menos a mi me lo parece. En este tipo de propuestas experimentas sensaciones que un trabajo pagado no te permite.

¿Cómo capta la emoción de cada imagen?, ¿dónde está el límite?
En esta serie partimos de la idea de que las cosas que vi en la calle no son nada bonitas para la sociedad en general, sin embargo para mí había belleza en todo ello. Eso es lo que he intentado reflejar. Es importante que la gente vea el mundo a través de otros ojos porque, así nos entendemos mejor los unos a los otros. ¿Dónde está el límite?, en mi caso no lo hubo. Nunca me separé de esa relación vivida con los "sin techo", fue un error. Un año después aún estaba obsesionado con el tema. Seguía teniendo una extraña sensación en mi piel. Yo soy como una esponja que todo lo absorbe. Fue muy difícil separarme de la gente que está sufriendo.

Alguna historia le habrá dejado más "tocado" que otra.
Tengo una anécdota muy curiosa. Una vez me encontraba allí con uno de ellos, estábamos en la calle charlando y ya hacía unos días que me había fijado en un tipo muy bien vestido, con los zapatos impecables, limpísimos... No entendía qué hacía una persona así en ese ambiente. Le pregunté a mi compañero y me dijo que se trataba de un ex "sin techo" al que el gobierno le había concedido una ayuda y le había dado un hogar. Pero en cambio se sentía muy aislado en casa, totalmente solo y prefería ir de visita a la calle donde estaban sus antiguos compañeros. Prefería eso a vivir como una persona acomodada. Increíble, ¿no?

¿Qué horario estableció usted para ir a visitarles?
Durante dos años fui de noche, desde las once hasta las siete de la mañana. Frecuentaba la zona centro de Kings Cross Woolloomooloo y algunos de los suburbios de Sydney. Al final, durante los últimos 8 ó 9 meses, incluso dormí allí con ellos.

¿Cuáles fueron sus criterios?
Me dejé llevar por la intuición. Hice alrededor de 2.000 fotos. Aún tengo negativos sin revelar.

¿Cómo es vista la mendicidad en Australia?
Allí la mendicidad es un grave problema. Afecta sobre todo a los más jóvenes que se ven en la calle por problemas de drogas. También hay mucha gente con problemas mentales y al respecto el sistema sanitario australiano funciona muy mal.

¿Quiso darle un enfoque documental?
El único enfoque de este proyecto ha sido el de intentar reflejar la belleza del entorno y de ciertas gentes de la ciudad. Por mi parte no hay ego, ni pensamiento alguno de querer hacer algo artístico. Prueba de ello es que expongo las imágenes siete años después de tomarlas.

También ha realizado fotografía musical.
Sí. En 2008 trabajé para la compañía musical Faster Louder y estuve cubriendo conciertos y festivales por toda Australia. Soy de los que opinan que el fotógrafo debe hacer tareas muy distintas a lo largo de su carrera.

Proyectos futuros.
Tengo una propuesta pensada para llevar a cabo con la gente joven de la Isla, pero todavía no puedo avanzar nada.

¿Qué espera que le aporte Menorca?
Si estás en un sitio con paz y con la mente abierta te puede sorprender a ti mismo, y eso es lo que yo espero de Menorca.


Penombres halògenes del cor, de Luke Reid
Del 2 de diciembre al 14 de enero de 2011. Arxiu d'Imatge
i So de Menorca. Camí des Castell, 28. Maó.
http://lukereidphotography.com/