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Nos gusta el rugby. Seguimos el Seis Naciones con Irlanda y el Campeonato del Mundo con la Red Rose de Wilkinson, único equipo campeón del mundo en el hemisferio norte. A Ana y a mí nos encanta ver los partidos en un pub –de preferencia irlandés– con una Guinness bien fría. Si es posible, hasta hacemos coincidir un weekend en Irlanda con un partido. Hoy no le voy a hablar de la ciudad de Dublín, pero sí del corto recorrido que va, en Temple Bar, desde el hotel Blooms hasta algunos pubs. Por cierto, la Guinness, tirada en y con agua de Irlanda, es donde y como tiene su sabor más pleno. Eso se lo confirmará más de un irlandés.

Marcha en la ciudad
La marcha de Dublín está en Temple Bar: pubs, restaurantes y buen ambiente. Descubrí el hotel Blooms y su buen desayuno irlandés hace algunos años en un viaje de trabajo. Estoy de acuerdo en que es una zona de turistas, pero en Dublín soy un "guiri". Y no pasa nada: mis amigos irlandeses, como el bueno y católico de Paul, también van a Temple Bar.

En las pantallas de casi todos los pubs proyectan siempre los partidos del Seis Naciones, de la liga de fútbol o de la liga de fútbol gaélico. El último partido de este año era un imposible para la selección irlandesa. En el prestado Croke Park –habitualmente se juega en Lansdowne–, había que ganar a Escocia por 49 puntos y que Francia perdiera con Inglaterra. Lo primero era quimérico y lo segundo, complicado. No pasa nada, el resultado es lo de menos. Lo primero es pedirse una pinta y buscar asiento en el pub donde hay básicamente irlandeses, jugamos en casa, algún escocés y algunos franceses que están estudiando, trabajando o pasando el fin de semana. Buen rollo en el patio, todos somos amigos.

Que "el rubgy es un deporte de hooligans practicado por caballeros", es un axioma de autor desconocido más que evidente. Un partido de rugby es toda una experiencia. En el pub, o en el estadio, las aficiones están siempre mezcladas y nunca pasa nada. Es digno de estudio, porque el rugby es un deporte duro. Muy duro. Un deporte en el que como espectador da gusto hablar con la persona que tienes al lado, de tu equipo o del adversario, y comentar la jugada. El rugby es apasionante como lo es una buena jugada en que todo el equipo avanza en línea diagonal hacia los palos del adversario pasándose el balón con la mano hacia atrás –como manda el reglamento– y consiguiendo el ansiado ensayo que se remunera con cinco puntos y un lanzamiento adicional.

El tercer tiempo
Es conmovedor experimentar que cuando acaba el partido, todos los jugadores se felicitan por el juego y que en el pub, al igual que hace un párroco católico instando a repartirse la paz en la Eucaristía, todos los aficionados nos estrechamos la mano felicitándonos mutuamente por el excelente partido que hemos visto juntos. Nos deseamos suerte para el próximo partido y empezamos el "tercer tiempo".

El "tercer tiempo" es lo mejor del rugby. Consiste en apurar la pinta o en pedir otra y dejar de hablar de rugby para hablar de cualquier otro tema con las nuevas amistades que has hecho en el pub. Este es un deporte sano, honesto y limpio que fomenta el respeto y la concordia. ¿Sabe la selección verde del trébol a qué Irlanda representa? Hasta aquí, y a pesar de las polémicas habidas en el pasado por culpa de qué himno se tocaba y en qué estadio, llega la esencia de este deporte. Irlanda compite por todos los irlandeses ya sean católicos, protestantes, republicanos o británicos.

En el "tiempo de descuento" del tercer tiempo le recomiendo tomar un café irlandés para acabar. Si lo hace en Irlanda, descubrirá que el café se mezcla con Jameson y se cubre de nata. Así se hace: el buen Irish Coffee, mezclado, tiene que imitar en su aspecto a una pinta de Stout. Por cierto, Francia, el XV del gallo, se coronó con el Seis Naciones y el Grand Slam (ganó todos los partidos). Enhorabuena ¡Irlanda perdió con Escocia –los del cardo– en un excelente, soberbio y disputado partido. Para acabar, y si le ha gustado el artículo, una sugerencia: vea la película Invictus.


INFO PRÁCTICA
Información turística: La OT de Irlanda ofrece su web en español:
http://www.discoverireland.com/es.
Cómo llegar: Vía Londres, las conexiones con Dublín son muy frecuentes y con muy buenos precios.
Dónde dormir: Sin duda alguna, en mi hotel preferido. El hotel Blooms en Temple Bar:
http://www.blooms.ie.

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