"Más que crisis de imaginación, lo que tengo son crisis por conseguir darle alma a las palabras"

Cuándo le pica el gusanillo por la escritura?
Tendría yo 22 años. Fue unos meses antes de irme a estudiar a Escocia. Desde muy joven ya confeccioné una mitología propia que ilustraba con mis dibujos. Durante un viaje a Milán comencé a desarrollar un proyecto literario que me di cuenta que cuadraba a la perfección con todo el universo que había creado desde pequeño.

¿Podríamos decir que su modo de hacer se enmarca en la literatura fantástica juvenil?
Creo que la enmarcan en la literatura fantástica juvenil porque hay que ubicarla en algún sitio, pero se da el caso de que me leen tanto adolescentes como público más adulto. A mi ya me va bien que sea una lectura compartida por diferentes generaciones. Mis historias tampoco tratan de una fantasía exageradamente desmesurada. En "Félgora y la Antesala del Olvido" hablo del mundo de los sueños. Por ejemplo, todos hemos soñado alguna vez que podíamos volar. La verdad es que la editorial se llevó una grata sorpresa con el aluvión de lectores adultos que han acogido la novela.

¿Cuál es el origen de "Félgora y la Antesala del Olvido"?
El primer capítulo es la transcripción exacta de un sueño que tuve hace 10 años. Les conté mi sueño a mis tres primos (a los que les dedico la novela) y poco a poco la cosa fue tomando forma. "Félgora y la Antesala del Olvido" habla de una casa a la que sólo se puede acceder mientras duermes y eres consciente de que estas soñando. Todo comenzó como un relato y, hoy, es mi obra más extensa. Está repleta de aventura y de misterio. El protagonista se llama Tomás, y la historia tiene un ritmo frenético.

¿Su obra busca la complicidad del lector?
Sí. En todas mis novelas es básico que el lector ponga algo de su parte. En el caso de "Félgora y la Antesala del Olvido", los personajes se mueven en el mundo de los sueños, y éste es muy amplio... Se crea una especie de juego de rol donde la comunicación entre el lector y el escritor es vital. En realidad lo que pretendo es que el libro no termine cuando se cierre, sino que de pie a mucho más. En este sentido, la plataforma web de la que dispongo ayuda mucho a interactuar con los lectores.

Tengo entendido que no sólo escribe novelas.
Sí, tengo otro tipo de iniciativas literarias, como las obras breves a las que denomino proyectos hipocampo, que pese a ser independientes, tienen una relación interna con las dos sagas de las novelas. Además, soy autor de una obra de teatro-danza, "Las viudas de Tarmaso", que se estrenó el año pasado en el Teatro Castelar de Elda.

¿De dónde emana la inspiración de sus personajes?
Me baso en gente que conozco. Sobre todo en "Félgora y la Antesala del Olvido" transformo hechos reales o situaciones con personas de mi entorno, y los llevo al plano más onírico.

¿Es consciente de que en escritura el género fantástico es uno de los más complejos?
Pues precisamente para mi la facilidad creativa radica en este género. Tengo mucha fantasía desde pequeño, para mi se trata de una cualidad innata.

28 años, 3 novelas, 1 obra de teatro y varios relatos breves. Todo en un espacio de tiempo de no más de tres años. ¿Ha renunciado a su vida social?
No, pero tengo que confesar que he estado casi dos años sin salir de casa y trabajando a destajo. Ten en cuenta que en un año publiqué dos novelas y una obra de teatro. Tengo que agradecer a mis padres el que siempre me hayan apoyado y que entiendan mi vocación de escritor.

¿Es constante en la escritura?
Sí. Escribo cuando cae el sol, y en esas estoy hasta que el sueño puede conmigo. Podríamos decir que llevo una vida un tanto vampírica. Necesito sentir mucho el mundo que genero. Para mi cada libro publicado es un nacimiento, como un parto...

¿Por qué cambió de editorial?
El año pasado por Sant Jordi, firmaba libros en El Corte Inglés de Alicante, y una de las personas que hacían cola era Susana, la que después se convertiría en mi editora. Me llamó días después muy interesada en mi obra,. Tan sólo un mes de publicar mi última novela, publiqué mi primer trabajo para Appaloosa Editorial. Fue una auténtica carrera de fondo. Me siento muy cómodo con la editorial. Mantiene un compromiso firme con el medio ambiente. Imprime los libros en papel FSC y el 0,7 por ciento de las ventas van destinadas a causas benéficas.

¿Qué nos puede avanzar de la segunda parte de "Félgora y la Antesala del Olvido"?
Quienes se han leído la primera dicen que les ha encantado y sorprendido mucho el final. De la nueva entrega puedo avanzar que su principio y su final también son espectaculares. Se mantiene el ritmo frenético de la narración y el estado de sorpresa máxima.

¿Cuál es el perfil del adolescente que lee sus obras?
Son adolescentes que no se conforman con la realidad que les rodea. Desean encontrar algo que vaya más allá de la vida cotidiana.

¿Ha sentido la presión por la falta de ideas ante el papel en blanco?
No, y toco madera para que no me suceda. Más que crisis de imaginación, lo que he padecido son crisis por conseguir darle alma a las palabras.

¿Cuáles son sus escritores fetiche?
J.K. Rowling por su forma de escribir tan dulce y entrañable, para mi lo que hace es una obra de arte; Michael Ende, en especial "La Historia Interminable"; y Alessandro Baricco, porque es un jugador nato de las palabras y el lenguaje.

¿Qué conexión tiene Menorca con su obra?
La isla es uno de mis lugares preferidos donde hallo la inspiración. Escribí "El biógrafo de Nora Dalmet" mucho antes de conocer Menorca y al visitarla encontré varias similitudes enigmáticas con mi libro. Me maravillan lugares como Sa Mesquida (Maó) o Es Pont d'en Gil (Ciutadella). Menorca siempre tiene algo que decirte, pero sabe respetar tu momento.