Las calles de POIMA fueron también el escenario de la exhibición. | Menorca Longboard Crew

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Lo de patinar no pasa de moda. Es más, cada año hay más gente que se apunta a esta práctica, explican desde la organización del Día Internacional del Longboard, evento que se celebró el pasado sábado en Maó. Con su incorporación en 2013, Menorca se suma a una fiesta que tiene lugar en el mes de mayo en países de todo el mundo con eventos multitudinarios en las grandes ciudades. En Menorca, dado su tamaño, el evento es todavía pequeño, pero en vías de crecimiento. «Hemos logrado superar la participación de la primera edición, con cerca de 70 personas», explica Miquel Petrus Jordà, uno de los impulsores de la fiesta y miembro de la plataforma Longboard Menorca Crew.

El encuentro arrancó con la concentración de los riders en POIMA IV Fase, por cuyas calles practicaron enfrentándose a distintas pruebas de habilidad. Posteriormente, los patinadores rodaron hacia Maó para recorrer las calles del centro y terminar con uno de los momentos más espectaculares de la jornada, el descenso por Ses Voltes.

El longboard, una modalidad de patinaje en la que se emplea una tabla larga más larga de lo habitual para desplazarse, gozó de gran popularidad entre los 60 y los 80, y en los últimos tiempos está de nuevo muy de moda. Pero la concentración celebrada en Maó no se redujo únicamente a ese tipo de modalidad, ya que también participaron otro tipo de skaters, muchos de ellos subidos sobre los pennys, esos monopatines de pequeñas dimensiones y colores chillones que actualmente están causando furor entre los patinadores más jóvenes. De hecho, algunos distribuidores del producto apuntan que Menorca está siendo actualmente uno de sus mercados estrella.