Florit durante una de las secuencias que ya se han rodado en localizaciones de Irlanda | Elsabeth Productions

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«Hasta ahora no me había puesto nunca delante de una cámara, siempre había estado detrás», confiesa el menorquín Macià Florit, joven artista con unos cuantos proyectos audiovisuales a sus espaldas. Pero ha llegado la hora de dar el paso, y se estrenará con la película «Ardara», un proyecto que se viene gestando desde hace un año y parte de cuyo metraje ya se ha rodado, pero que ha tenido que recurrir al micromecenazgo para completar la producción a través de la plataforma Verkami. El objetivo es conseguir los 12.000 euros necesarios para rematar un proyecto con localizaciones en el condado de Donegal, en Irlanda, Barcelona y Ciutadella.

Para Florit se trata de una experiencia nueva. Explica que la única relación que había tenido con el mundo de la interpretación fue durante su etapa en el instituto, en una asignatura optativa que impartía el profesor Carles Cabrera. A partir de aquella experiencia, decidió junto a algunos compañeros montar un grupo de teatro bajo el nombre de Xalaia, con el que hacían performances en medio de la calle.

El artista menorquín se ha embarcado en «Ardara» de la mano de Raimon Fransoy y Xavier Puig, directores del film y a quienes considera sus maestros en el campo audiovisual. «Decidieron empezar este largo camino de hacer una película de ficción y se imaginaron a un personaje que curiosamente se parecía mucho a mí», explica. De hecho también se llama Macià, y tal y como reconoce, el personaje tiene algunos tintes autobiográficos: menorquín, aficionado al cine y a rodar películas, estudiante de un master...

«Ardara» es la reconstrucción de un viaje, el que emprenden Maria, Bruna y Macià, en plena eclosión de la juventud, una película que sigue sus huellas para intentar comprender el camino en que se han embarcado. «Si participo en esta historia es porque el personaje que interpreto soy yo mismo, y no precisamente por mis habilidades como actor, que diría que son nulas», señala Florit. «Xavi i Rai buscan la naturalidad en cualquier proceso creativo que emprenden, y en este caso pasaba por interpretarme a mí mismo delante de la cámara», añade el debutante como actor, quien no obstante puntualiza que el personaje que interpreta es «un poco más inocente» y con la diferencia de que sus padres llevan muertos ya 20 años.

Durante el último año, el equipo de producción se desplazó a Irlanda, donde ya se han rodado algunas secuencias que han servido para montar un trailer. La intención es recaudar los fondos para poder finalizar el proyecto este mismo verano. A través de Verkami ya han conseguido casi una cuarta parte del presupuesto y los planes iniciales apuntan a rodar en Menorca a finales de septiembre.