Imagen del preestreno de la clásica tragicomedia de Fernando de Rojas. | Javier Coll

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Diez meses de trabajo, por amor al arte, han dado sus frutos. Ya se puede decir que «Celestina» ha sido un éxito de público. Pocas butacas quedaron libres en el preestreno que se celebró el viernes en el teatro del Orfeón Mahonés, en una sesión especial que los organizadores programaron, a un precio reducido, para estudiantes, personas en paro y ancianos, pero el papel ya estaba vendido por completo para la función de ayer noche y la que el coliseo acogerá esta tarde.

Más comedia que tragedia

La representación de la tragicomedia de Fernando de Rojas, adaptada para la ocasión sin el artículo y con una versión reducida de dos horas y cuarto (la original rondaba las cinco horas), pone el acento más en la parte cómica que la dramática, algo que pareció apreciar el público en su primera representación. De ello se ha encargado Isabel González, directora amateur, quien tras dos décadas ha retomado su actividad teatral al frente de una producción.

De su regreso tiene la «culpa», en gran parte, Toñi Rivera, actriz aficionada vinculada desde hace décadas a la sección teatral del Orfeón Mahonés. De su pasión por el arte dramático ha surgido esta iniciativa que tiene por objeto seguir celebrando por todo lo alto el 125 aniversario de esa entidad cultural a la que tanto estima.

Espíritu aficionado

González y Rivero son dos piezas claves de un proyecto en el que entre equipo técnico y artístico se han visto involucradas 25 personas. Artistas todos ellos aficionados, y una buena parte de los mismos debutantes, con edades comprendidas entre los 15 años y los 65 de la protagonista. Un equipo que estuvo acompañado por un trío musical que también gozó de sus momentos de lucimiento durante los múltiples cambios de escena.

El gancho demostrado por «Celestina», la alcahueta más famosa de las letras españolas, con el público ha sorprendido a los propios promotores del montaje, quienes sospechan que el espectáculo promocional de calle que desarrollaron el pasado sábado por el centro de Maó ha podido favorecer que se corriera la voz y funcionara el boca a boca.

Afirma la directora que todo el esfuerzo e ilusión que el equipo ha puesto en este proyecto «ha merecido la pena», tanto que de hecho no descartan que de aquí a un tiempo se embarquen en una nueva aventura artística, eso sí, una vez recuperen el aliento perdido especialmente durante las semanas previas al estreno.