Reinterpretando los clásicos. Shanti Gordi, al teclado, y Pedro Sánchez Tuomala, a la guitarra, durante uno de los conciertos de su última gira | J.M.

TW
1

The Other Side vuelve a donde todo empezó. Han pasado ya cuatro años desde que el grupo que reinterpreta los temas más clásicos de Pink Floyd debutara en la sala del Canal Salat de Ciutadella, a cuyo escenario se subirán de nuevo el próximo sábado (22 horas). Con ese concierto se acercan ya al centenar de bolos y rondan los 45.000 espectadores. «Nunca pensamos que podríamos a llegar tan lejos», rememora ahora con la perspectiva del paso del tiempo uno de los músicos de la banda, Shanti Gordi. Recuerda que «la gran acogida» de aquella primera actuación les hizo «envalentonarse» y dar el salto fuera de la Isla.

Tardaron casi un año en volver a actuar, pero desde 2013 todo comenzó a precipitarse hasta convertirse en una banda que ya «suena» a nivel nacional. «Hemos creado una marca y la gente ya nos conoce en la Península», apuna Gordi. Así, han ido quemando etapas, con un primera minigira por Catalunya, el debut en las principales capitales de provincia y el fichaje por una agencia de representación potente. Este último fue el gran impulso para el proyecto, que el año pasado les abrió las puertas en Portugal, donde está previsto que actúen también el próximo otoño, en Lisboa y Oporto. El salto a otros países europeos es algo más complicado, pero que no está descartado de cara a la gira del próximo año.

Han pasado muchas horas juntos sobre el escenario, y eso ha propiciado que «la banda haya crecido mucho, ahora somos un grupo mucho más compacto a nivel musical», apunta Gordi. «Se puede decir que somos un grupo adulto y muy solvente, todos los integrantes nos conocemos desde hace muchos años. Hemos cogido muchas tablas», añade. Volver a casa para actuar siempre es «muy especial», continúa el vocalista y teclista de la banda, una formación que con el paso del tiempo se ha ido modificando ligeramente.

Por su parte, otro de los músicos de The Other Side, el cantante y guitarrista Pedro Sánchez Tuomala, hace balance de la experiencia afirmando que tras recorrer tantos kilómetros juntos «los músicos se han convertido en mis mejores amigos». No obstante, reconoce que ha habido buenos momentos, pero otros no tanto. «También me ha supuesto mucho trabajo, muchos dolores de cabeza y mucho salir de mi zona de confort, pero las buenas experiencias y buenos momentos superan con creces a los malos ratos».

Lo que está claro, concluye Gordi, es que los espectáculo de homenaje a las bandas míticas siguen teniendo su hueco en el mercado «para disfrutar de esos grupos que ya es imposible ver en directo». En su caso ofrecen otra cara del éxito de una banda a la que admiran, Pink Floyd.