El fotógrafo exhibe en la Isla por primera vez, y lo hace con una muestra no muy extensa pero en la que no faltan algunas de sus imágenes más famosas | Javier Coll

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El fotógrafo Toni Riera (Barcelona, 1950) lo tiene claro. «Vivo del arte y eso es una suerte. Además, me lo paso bien y de alguna forma, por la gente con la que trabajas y te relacionas, te hace sentir más joven». El artista lleva desde 1970 inmortalizado imágenes icónicas de los personajes de Eivissa y de una de sus discotecas bandera, Pacha, y este verano, por primera vez en su carrera, se estrena con una exposición en Menorca, una colección de imágenes, algunas de las más emblemáticas de su colección, que desde este jueves se pueden visitar en la galería de Maó Alcolea & Kraus.

Confiesa que es fotógrafo desde que recuerda ser él mismo. Empezó como aficionado, revelando los negativos en la cocina de casa. «Cuando me pagaron la primera foto descubrí que podía vivir de ello», reconocía ayer pocas horas antes de la apertura de la exposición, que ha bautizado como «Art of living» y en cuyo cartel aparece una de sus imágenes más famosas, la de un padre hippie caminando junto a su hija, que en su día ilustró el cartel de una de las fiestas flower power de Pacha. La imagen, convertida ahora en una escultura, adorna desde primeros de este mes una plaza de Eivissa.

Se puede decir que Riera ha hecho prácticamente de todo en el mundo de la fotografía: publicidad, moda y algo de prensa. «Trabajé una temporada para el Grupo Z, básicamente fotografiando a señoritas con poca ropa», recuerda. Sin embargo, también es el autor de otras imágenes más relevantes, como la que tomó subido a la mesa del presidente Adolfo Suárez para tomar un plano cenital. «Aquello fue más anecdótico que otra cosa», reconoce al respecto.


Retrospectiva

Pero el grueso de su colección de imágenes bebe de la inspiración y las ocasiones que le ha brindado Eivissa, un lugar al que llegó un poco de rebote. «Fui a pasar unas semanas y al final me quedé, esas cosas suelen pasar», comenta entre risas. Después de años detrás del objetivo, reconoce que ahora« me dedico a inventarme mis propias historias y realizarlas». Una pequeña muestra retrospectiva de todo lo anterior, incluida una de sus piezas más reconocidas, la titulada «Cena en el campo», es lo que se podrá contemplar y disfrutar en la galería mahonesa hasta el próximo 15 de septiembre.