El equipo artístico de «La viuda alegre», formado casi por 90 personas entre actores, músicos y bailarines, se subió al escenario el pasado viernes para preparar el espectáculo de esta noche | Orfeó Maonès

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Hay producciones que son un éxito antes de que se levante el telón, y eso es lo que ha ocurrido con «La viuda alegre». «Apenas quedan unas entradas», tal y como reconocían este sábado desde el Orfeó Maonès, entidad organizadora del espectáculo que se estrenará la noche de este domingo, a partir de las 20 horas, en el Teatre Principal de Maó. Hay que reconocer que cuentan con la baza a favor de haber escogido para la ocasión una de las operetas más famosas de la historia, la que compuso Franz Lehár y se estrenó en 1905; pero es justo también tener en cuenta el éxito cosechado por la asociación mahonesa cuando apuesta por grandes espectáculos, como ya hizo en 2015 con «La bella Helena», la pieza elegida para conmemorar el 125 aniversario de la entidad, un éxito de público y también de crítica.

Al igual que en aquella ocasión, se han decantado también por un estreno cercano a las fiestas de Gràcia, una representación que además servirá para clausurar la temporada del Principal. Una nueva apuesta a lo grande: 14 actores, 18 músicos, 40 voces del coro del Orfeó y diez bailarinas de la compañía de Ute Dahl. El peso principal del reparto lo llevarán Maria Camps, Carles Daza, María Victoria Vicente y Vicenç Esteve.

Para Adriana Aguilar, que codirige el espectáculo con Lourdes Moreno, «La viuda alegre» es el reto más importante de su carrera. «Acostumbrada a gobernar un llaüt menorquín esto ha sido el equivalente a ponerse al frente de un transatlántico», confiesa la artista, más acostumbrada a actuar que a dirigir. Es por ello que ha contado durante esta semana con el apoyo de un experto como Nacho García, que en su día se hizo cargo de «La bella Helena». El reto añadido, poner todo a punto en un tiempo récord de un mes y medio.

A juicio de Aguilar, el secreto del éxito de una pieza como la de Lehár es un «una música que engancha» para narrar una historia avanzada a su tiempo. «Ambientada a principios del siglo pasado, ya comenzaba a hablar de la liberación de la mujer», recuerda la directora.

Vista la respuesta por parte del público, los responsables del espectáculo ya piensan en la posibilidad de una nueva función, en este caso en el Teatre del Orfeó, pero para la temporada de 2018.