El atelier del pintor Pol Marban | Gemma Andreu

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Pocas veces surge la oportunidad de conocer en primera persona al artista y el lugar en el que trabaja, dando rienda suelta a su creatividad. Open Art/Art Obert permite esa conexión: no solo admirar el arte sino también el proceso, el espacio físico en el que se pinta o moldea la materia prima hasta llegar al resultado final. «Aquí no hay máquinas ni industrialización, todo es humano», afirmaba este martes el pintor Pol Marban en la primera jornada de estas puertas abiertas a los estudios y talleres de artistas de Maó, «creo que es interesante dar a conocer el espacio en el que se crea el producto, porque el espacio tiene que ver con las piezas que se crean».

Open Art celebró su primera edición en diciembre de 2018 y ahora regresa pero al calor del verano y la música, ya que los ateliers se abrirán dos tardes al mes, de junio a septiembre, pero siempre haciendo coincidir la primera jornada con el martes de las Nits de Música al Carrer. Así, este miércoles todavía se podrá disfrutar de la visita a los estudios artísticos distribuidos por el centro de Maó, y las próximas jornadas están programadas para los días 23 y 24 de julio, 13 y 14 de agosto y 10 y 11 de septiembre. Es previsible que el programa se alargue hasta octubre pero pasaría al viernes 11 y el sábado día 12, siempre de 19 a 22 horas.

El recorrido permite conocer distintas modalidades de arte (pintura, cerámica, escultura, mosaico, joyería, calzado artesanal, interiorismo, diseño, instalaciones y fotografía) y es sencillo, ya que la ruta conduce por calles del centro de la ciudad, próximas entre sí, como son Infanta (Marban/Malaise), Costa Deià (Lila Biscuit), Sant Jordi (Blanca Madruga, Estudi R. Vidal y Estudi Barbar), Portal de Mar (José Mir), Esglèsia (Pax Natura Menorca/Atelier Inscrire) y Rosari (Local Art). Mientras en la primera edición participaron seis artistas esta vez suman ocho.

«Para nosotros es algo excepcional pero es un placer que la gente entre a ver dónde trabajamos», asegura Marban. También la ceramista Blanca Madruga se muestra encantada de abrir las puertas de su hogar-taller al tiempo que enseña algunos de sus últimos trabajos. ¿Es difícil para estos artistas vivir de su producción en Menorca? El interrogante lo despeja Marban «¿y de qué no es difícil vivir hoy día?, es como todo, hay que tener ganas, voluntad y constancia». Sobre el interés que suscita Menorca en galeristas internacionales en los últimos tiempos, el pintor cree que «interesa, claro, pueden atraer a un tipo de turismo más sensible al arte que un día entra y descubre». Este miércoles las casas de los artistas siguen abiertas para entrar y descubrir.