Victor Petrus en el estudio, durante la grabación de la nueva canción.

TW
0

Están a punto de cumplirse diez años desde que Víctor Petrus (Alaior, 1980) publicara su debut discográfico, el autoeditado «To the future we belong». Sin duda un trabajo notable, entre los más importantes producidos por músicos de la Isla en la pasada década, tras el cual el artista anunció que se distanciaba temporalmente del mundo del espectáculo una vez concluido el ciclo de ese primer álbum. Prolongado descanso al que acaba de poner fin con la publicación de un nuevo single, «No way out», recién aterrizado en la plataforma musical Spotify.

Un título cuya traducción es «no hay salida» y que nada tiene que ver con el ambiente ‘apocalíptico’ en el que se está viendo inmerso el planeta durante las últimas semanas. «La canción ya estaba escrita hacía tiempo», aclara desde Barcelona, ciudad en la que reside y trabaja hace años.

¿Por qué ahora? Pues parece que un poco por casualidad. La canción estaba a buen recaudo, pero el detonante que le hizo entrar en el estudio tuvo que ver con un viaje a Escocia. De visita en las Highlands, tomó una fotografía e inmediatamente pensó que esa imagen estaba llamada a ser la portada de un disco. Al final, fue un single.

Fiel a su estilo de pop folk-tranquilo, «No way out» sigue esa línea melancólica, aunque por el feedback que le llega de la gente que lo ha escuchado «es un poco más oscuro que las canciones del primer disco», reconoce.

Una canción que significa el regreso de Petrus (nombre artístico de su proyecto), aunque el de Alaior va paso a paso. «Para mí sigue siendo una afición, mi pretensión nunca ha sido vivir de la música», recuerda para a renglón seguido relatar lo «divertido» que ha resultado volver al estudio.

Su plan pasa por «componer cuando tenga ganas de hacerlo, sin ninguna otra pretensión» continúa el artista, que no olvida lo «traumática» que de alguna manera fue la experiencia de sacar el primer disco, todo un periodo de aprendizaje. «Ahora resulta mucho más agradable», confiesa sin atreverse a ponerse nuevos retos. Seguramente vendrán más canciones, no sabe cuándo, aunque reconoce que en los tiempos que corren lo de sacar discos está empezando a «no tener sentido».

El planteamiento de su carrera musical tiene que ver también con las exigencias de su otra carrera, la profesional, con la que se gana la vida y que no le deja mucho margen de tiempo. Formado en el campo de la documentación, la archivística y la filosofía, desde hace unos años se ha especializado el mundo de la historia del arte.

Sobre la industria musical, es de la opinión de que en muchos casos «para ganarse la vida hay que venderse. Hay muchas modas y las cosas van muy rápido. Yo prefiero hacer lo que me gusta» zanja Petrus, para quien la música, no obstante, sigue siendo una parte muy importante de su vida como acompañamiento.