El proyecto colaborativo pretende seguir dando forma a al proyecto Nomenclàtor. | Gemma Andreu

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Argumentan desde el proyecto de Inventari del Patrimoni Cultural de Menorca (Ipcime) que cuando un topónimo se pierde con él se escapa «un valor incalculable, una riqueza que no se puede recuperar más». Es por ello que desde esa entidad, promovida desde el departamento de Cultura del Consell, el Institut Menorquí d’Estudis y la Agencia Menorca Reserva de Biosfera, acaban de poner en marcha, con la colaboración de IDE Menorca, una iniciativa de participación ciudadana para la recogida de topónimos: «Menorca nom a nom».

Los topónimos son «lengua, cultura, geografía e historia viva», defienden, y es por ello que con el objetivo de evitar la desaparición de ese «tesoro lingüístico» ya se viene trabajando desde 2009 en el proyecto Nomenclàtor, que tiene como objetivo la recogida sistemática de la toponimia de la Isla, de su interior, la mar y el litoral.

Ahora se ha dado un paso más adelante con la creación de una aplicación de fácil manejo para que todas las personas que quieran participar aportando información puedan hacerlo para llegar a cubrir el máximo posible de rincones de Menorca.

Así, se trata de un proyecto colaborativo dirigido a aquellas personas que tengan interés por la lengua, la geografía y la historia y que además conozca topónimos «ya sean más o menos conocidos o aquellos que ya nadie usa», explican los impulsores del proyecto.

En ese sentido, recuerdan que en la Isla quedan todavía muchas personas que han vivido y trabajado en el campo o en el mar «y que conocen el nombre de cada rincón, y a veces también su historia», y añaden que a través de una simple aplicación puede ayudar a «dejar fijada la memoria para siempre y para todos».

Los interesados en participar pueden hacerlo a través de una página web (ide.cime.es/menorcanomanom), donde tan solo es necesario darse de alta como usuario para comenzar a incorporar topónimos en un mapa a través de fichas. Aportaciones en favor de proteger una parte «inseparable de nuestra cultura y de nuestro patrimonio inmaterial», concluyen los promotores del estudio.