Saske: rap con aires de ‘Tramontana’

«Es un aire... Un soplío.. Es un momento, ¿Sabes? Y eso destroza desde las mejores casas, hasta las mejores cabezas. Eso es la tramontana» recita en el corte introductorio de su álbum más menorquín hasta la fecha, para el que ha contado con la colaboración del productor Kas Rules, malagueño instalado en la Isla desde hace años.

Lo que empezó como la grabación de unos temas sueltos, sin demasiada forma, acabó por convertirse en un álbum concebido «por y para la Isla», explica el rapero. «Tramontana» (Spacehammu Records, 2021) se coció durante un intenso mes de trabajo en una casa de campo menorquina. Un proyecto cien por cien isleño: «Hemos querido trabajar solo con gente de la Isla» continúa Saske, quien considera que la tramontana es un término que se ajusta perfectamente «para contar nuestras locuras y las locuras de nuestra gente».

Difícil tarea la de poner el rap de Menorca en el mapa nacional cuando ni siquiera asoma la cabeza con claridad en la escena insular. El movimiento existe, pero resulta poco visible.

Sin embargo, sorprende la repercusión que la música de Saske tiene. Así lo demuestran sus casi 53.000 oyentes mensuales en Spotify, muy por encima de la media de artistas menorquines.

Gran parte de ese impacto se lo debe a pertenecer a la familia de Space Hammu, conocido colectivo audiovisual dedicado a la realización de clips musicales y promocionales. Así, «Tramontana» se ha editado también como un videofilm que dura los 42 minutos del álbum, y que en solo cinco días acumula ya 67.300 visualizaciones en Youtube. Incluso llegó a ser tendencia en el conocido portal audiovisual, en el número 28 de lo más visto del día en España. Un clip continuo, con todas las localizaciones rodadas en la Isla y filmado en tan solo cinco días de la mano del artista audiovisual Cracralab.

«Tramontana» es tan menorquín que por sonar suena hasta el fabiol. «El objetivo principal del disco y de mi carrera es poner Menorca en el mapa», insiste. «Sé que es difícil, pero con trabajo y dedicación, poquito a poco se puede conseguir lo que uno quiera».

Para su última aventura se ha rodeado de su gente de Menorca, entre esta, por supuesto, Asekas y Goom, con los que comparte otro proyecto musical: DLDH. 2020 era un año que prometía, con gira por España incluida y puestos de salida en carteles de festivales, pero la pandemia desbarató todos los planes. Una carrera que aspira a retomar sobre el escenario el próximo verano si todo mejora y recitar esas historias en las que «explico al barrio lo que yo vivo y lo que yo creo que vive él. Empatizar con la gente es lo más importante en cualquier tipo de música», concluye.