El pensador francés Edgard Morin recogerá en el Teatro Principal de Maó (Menorca) el 18 de junio el premio que oficializa el inicio de la tercera edición de los Encuentros Literarios Albert Camus, ha confirmado este jueves la organización.
Además de Morin, que en julio cumplirá cien años, también destaca la presencia de la escritora hispano-marroquí Najat El Hachmi, la académica Carme Riera, la cantante israelí Noa, la doctora española en física Alicia Sintes, la bailaora y coreógrafa María Pagés y el filósofo Josep Maria Esquirol.
El programa de actos se iniciará con la ceremonia de entrega de los Premios Albert Camus 2020 en el Teatro Principal de Maó.
La organización anunció en septiembre sus ganadores, pero no pudo llevar a cabo la gala.
Junto a Morin, también será galardonado el fotógrafo argelino Abdo Shanan en un acto contará con la actuación de Noa, acompañada de Gil Dor.
El lema de esta tercera edición es "No hay vida sin diálogo" y el objetivo es "crear espacios de reflexión y de resistencia crítica", especialmente en la actualidad con importantes tensiones en diversos territorios.
Los debates habituales se desarrollarán en la plaza del Ayuntamiento de Sant Lluís, al aire libre, con un sistema de interpretación simultánea en cuatro idiomas y una gran pantalla.
De este modo, se dejan de hacer en el interior de la sala polivalente Albert Camus como en ediciones anteriores a causa de la covid-19.
El sábado 19, público e invitados se desplazarán a la Isla del Lazareto del puerto de Mahón para disfrutar de la actuación coreográfica "El quitador de miedos", adaptada especialmente para la tercera edición de los Encuentros.
El 31 de mayo, en la sede del Instituto Cervantes de Madrid, se llevará a cabo la jornada camusiana titulada "Contra la conspiración del silencio", en la que participarán los periodistas Edwy Plenel, Jesús Maraña y Joumana Haddad, la escritora, editora y poeta Elena Medel y el escritor y pensador Hocine Rahli.
1 comentario
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a vegades, quan es fa fosquet i llegesc els seus Cahiers, pens què en pensaria n'Albert Camus de tot aquest tinglado... quina profanació!