El abogado vasco Antonio Goytisolo Digat y la mahonesa Catalina Taltavull Victory se conocieron en Barcelona, donde vivían sus respectivas familias. Ella falleció de sobreparto en 1901, cuando apenas tenia 37 años. | LIBRO «LOS GOYTISOLO»

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La familia vasca Goytisolo y la menorquina Taltavull entrelazaron para siempre sus destinos con el matrimonio en 1882 de dos de sus miembros, Antonio Goytisolo Digat y Catalina Taltavull Victory. De hecho, fue la continuidad de una relación amistosa y profesional de los progenitores de la pareja, Agustín Goytisolo Lezarzaburu y José Pedro Taltavull García, que siendo jóvenes emigraron a Cuba y después de haber conseguido una gran fortuna se establecieron en Barcelona.

En 1833, el joven carpintero Agustín Goytisolo Lezarzaburu decidió abandonar su Lekeitio natal, a medio camino de Bilbao y San Sebastián, para hacer las Américas. Viajó hasta Cuba y después de una breve estancia en La Habana se estableció en Cienfuegos, donde al cabo de unos años puso en marcha un ingenio o finca azucarera. Seis años después, en 1839, José Pedro Taltavull García hizo el mismo trayecto desde Maó y en la citada localidad de Cienfuegos puso en marcha otra finca azucarera, denominada Caridad, junto con su hermanastro Pedro Antonio Font García.

Palacete de Antonio Goytisolo construido en Cienfuegos, Cuba.

Tanto Goytisolo como Taltavull consiguieron que sus fincas azucareras, cuya producción se basaba en la utilización de mano de obra esclava, generasen grandes beneficios en pocos años. Desde la fundación de la villa de Cienfuegos en 1819 fue destacada la presencia de emigrantes catalanes, además de otras regiones de España, que priorizaron el enriquecimiento rápido y el regreso a sus ciudades de origen, atendiendo al lema «cinco años de privaciones y una fortuna». En este caso, los dos hacendados vasco y menorquín se establecieron en Barcelona en 1870 y 1863, respectivamente, donde continuaron gestionando sus plantaciones de caña en Cuba y, además, crearon nuevos negocios y realizaron inversiones inmobiliarias en la ciudad condal.

Matrimonio

Precisamente, fue en Barcelona donde se conocieron Antonio Goytisolo, que en 1878 se licenció en Derecho Civil y Canónico, y Catalina Taltavull. Según el historiador Martín Rodrigo y Alharilla, autor de «Los Goytisolo. Una próspera familia de indianos», los capítulos matrimoniales que acompañaron el enlace de la pareja se firmaron el 1 de octubre de 1882, unos días antes de la boda, por lo que no se respetó el preceptivo año de luto por la muerte del patriarca Taltavull. Ella tenía 19 años y él había cumplido los 30.

En dicho acto, Juan, el hermano menor de Catalina, le hizo entrega formal de las fincas que su difunto padre le había asignado en forma de legado en su testamento. Se trataba de dos chalés construidos en el Eixample de Barcelona y tres solares, de 680 metros cuadrados, en la misma zona; la propiedad del Mas Gualba en el municipio de Arenys de Mar; y medio millón de pesetas en metálico, valores o fincas, a criterio de su hermano, que recibió cinco años y dos meses después, cuando su difunto padre había establecido dos años. De hecho, su hermano Juan fue quien recibió en herencia la mayor parte de la fortuna acumulada por su padre, tanto en Cataluña, cuantificada en casi 3,5 millones de pesetas, como en Cuba.

Nietos escritores

Catalina Taltavull y Antonio Goytisolo tuvieron 13 vástagos, ocho hijas y cinco hijos, aunque la madre no pudo disfrutar mucho tiempo de su prole, puesto que falleció de sobreparto el 11 de marzo de 1901, cuando apenas contaba con 37 años de edad. El hijo menor del matrimonio, José María Goytisolo Taltavull, contrajo matrimonio con Julia Gay Vives, con quien tuvo una hija -Marta- y tres hijos -José Agustín, Juan y Luis- que han sido reconocidos escritores.

El apunte

El inmenso patrimonio de un joven que emigró a Cuba

El 7 de diciembre de 1881 falleció en Barcelona José Pedro Taltavull García, padre de Catalina. Días después llegó a la ciudad condal su hermano, el rico empresario Juan Taltavull, que realizó el inventario de los bienes que el fallecido administraba desde Barcelona, por un importe de 3.478.985 pesetas. Incluían billetes hipotecarios del Tesoro de Cuba, acciones del Banco Hispano Colonial, Naviera Catalana, Ferrocarril Tarragona-Barcelona-Francia, Sociedad Catalana para el Alumbrado por Gas, La Maquinista Terrestre y Marítima, Sociedad Mahonesa de Vapores y varias fincas urbanas y rústicas en Cataluña, entre otros.