Los cinco miembros de la banda menorquina en una imagen promocional

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La banda menorquina Puretones se toma «un descanso indefinido», pero antes de decir adiós acaban de publicar un nuevo álbum. El título de este es «Missió Especial N.º 5» y aunque cuando se grabó, entre 2021 y 2022, no estaba concebido como un álbum de despedida, a la postre todo apunta a que lo será. Indefinido no es lo mismo que definitivo, aclara el alma mater del grupo, Miquel Plana, pero parece que el proyecto musical, con veinte años a sus espaldas, seguramente el más duradero de los que se encontraban en activo en la Isla, cierra este 2023 su ciclo.

Y lo hace con el quinto disco de su discografía, el legado de una banda que se subió por primera vez a un escenario en 2003 y que publicó su primer álbum en 2009. Haciendo gala de ese espíritu rebelde que define a muchos rockeros, Puretones han apostado por lanzar el álbum en formato físico. «Nos hacía ilusión», confiesa Plana, aunque fuera en un soporte tan obsoleto como es hoy día el CD. Que sus fans no esperen encontrar las nuevas canciones en Spotify, porque no se subirán a plataforma de streaming alguna, como sí sucedió con los anteriores trabajos.

Plana, la voz de Puretones, es el único miembro que queda de la formación original, por la que han pasado un buen número de músicos. En «Missió Especial N.º 5» completan la alineación Pep Villalba (guitarras) y Tony Olmedo (bajo), que también firman la producción; junto a Situs Cánovas (guitarra) y Josep Vinent (batería).

Puede que la banda, que no tiene previsto presentar el nuevo trabajo en directo, no vuelva a la acción pero es muy posible que escuchemos a cada uno de sus integrantes en los varios proyectos alternativos que manejan.

Un rockero veterano

Miquel Plana, quien quiere dejar claro que «no ha habido ningún mal rollo» en la decisión que han tomado, es una figura clave de la escena musical menorquina. Tiene 71 años, lleva desde los 15 subido a un escenario y ha sido partícipe de un buen número de proyectos. Con Puretones le ha sacado jugo a su parte más rockera, pero le gustan todo tipo de músicas «excepto el reguetón». El artista, al que también conocemos por su faceta actoral, se confiesa «un enfermo» de la música, «no sé qué sería de mí sin hacer esto. Es algo que me despeja la mente y me refuerza el cuerpo», asegura.

El apunte

Del espíritu más punki en los inicios hacia trabajos mucho más técnicos

Las diez canciones del nuevo disco que acaban de publicar, que se puede adquirir en los puntos habituales de venta en la Isla, son el testimonio de la evolución de un proyecto con sello propio que ha atravesado diferentes etapas. Al principio todo era «más esquemático y básico, pero con letras más punkis e irreverentes», rememora Plana. El paso del tiempo, continúa, ha dado paso a mejorar mucho «técnicamente» y a ser más exigentes con el resultado: «Fuimos perdiendo un poco de descaro pero ganamos a la hora de hacer las cosas más redondas», concluye.