El artista balear, recién aterrizado en su nueva casa: Menorca

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Franco de Mulero nació en Mallorca, creció en Eivissa y desde hace unos días reside en Menorca. Estamos hablando de un artista que este año cumple 35 años en la profesión como DJ y productor, el protagonista de una carrera que arrancó en la década de los 90 a través de la exploración de los diferentes géneros de música electrónica y que hoy día sigue viento en popa. Menorca es desde ya su nueva base de operaciones, donde tiene su estudio provisional a la espera de recibir la próxima semana el material «del grande», el lugar de referencia al que regresar tras los compromisos de su siempre ocupada agenda.

De Mulero ya conocía esta tierra, a donde se había desplazado en alguna ocasión para desempeñar algún trabajo de producción, visitar amigos y pinchar en algún club. «Aquí estoy, disfrutando de la Isla en mi tiempo libre para conectar con mi yo soy», anunciaba hace unos días a través de las redes sociales. Este lunes, atendía la llamada de este diario, perdido en medio del campo, por caminos rurales y disfrutando del entorno. «Me inspira bastante esta Isla», reconocía al teléfono una persona que se define como «un auténtico amante de la naturaleza», una afición que le ha abierto la puerta a emprender una nueva etapa en su vida con un cambio de residencia.

«Menorca me va a inspirar muchas cosas buenas», intuye sobre su nueva tierra de acogida, a la que por otra parte ha llegado sin grandes expectativas, nada más que seguir trabajando en lo suyo. De Mulero es un rostro conocido dentro del panorama de la electrónica, tanto balear como nacional e internacional, encumbrado principalmente por haber pinchado durante muchos años en clubs ibicencos. Fue residente de El Divino y se alzó con el premio al Mejor DJ Residente en esa isla.

Sin embargo, el propio artista reconoce que no es un DJ al uso. «Siempre busco la originalidad. No sigo las modas. Lo que me dice el corazón, es lo que hago. Creo que ahí es donde me diferencio, tanto pinchando como produciendo», explica.

Es por ello que su estilo resulta  a veces difícil de clasificar. De hecho, acostumbra a hablar de música electrónica en el sentido más amplio de ese estilo. «No me he encerrado nunca en ningún sonido, soy un amante de la música en general», defiende alguien que en cierto modo es miembro de la vieja escuela, de esa que comenzó a abrirse camino pinchando vinilos. «Considero que la tecnología está bien hasta cierto punto, porque quita algo de arte al creador», opina, «en cierto modo se ha perdido un poco la esencia».

En lo que se refiere al panorama de la música electrónica, considera que a nivel nacional «se está viviendo un momento muy bueno». A su juicio, cualquier chaval «hace música increíble con un ordenador», pero defiende que los años de experiencia son la clave para mantenerse arriba. Gracias a los avances de la técnica, la competencia cada vez es mayor, «pero los clásicos siempre estarán ahí», concluye.

El apunte

Colaboraciones de lujo y un proyecto muy personal: For the Love of House

Es uno de los Djs y productores más solicitados del país, conocido por sus producciones, remezclas y colaboraciones con artistas tan populares como: David Morales, Roger Sánchez. Louie Vega, David Guetta, Calvin Harris, Bob Sinclar o Inner City Band, entre muchos otros. Desde hace veinte años viene desarrollando un proyecto muy personal en torno a la música electrónica, la plataforma For The Love of House. En lo que se refiere a los planes más inmediatos, figura encerrarse en su estudio menorquín para un nuevo álbum que publicará a principios de 2024 con otra de sus firmas artísticas, Ibitaly.