El doctor Hernán Jaramillo con la doctora menorquina Rosario Armand Ugón.    | V.B-F

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La realizadora menorquina Violeta Barca-Fontana tiene un nuevo proyecto audiovisual en marcha. Acaba de regresar de Colombia, donde ha filmado la primera parte de un documental cuyo título provisional es «Proyecto Jaramillo». Un trabajo que hace el seguimiento de «una madre y doctora que nunca hubiera imaginado ir en contra de todo lo establecido por la comunidad médica en busca de una alternativa para su hijo», a quien le diagnosticaron que podría tener una lesión neuronal y para el que «encuentran la cura en la sopa Jaramillo».

La amistad entre Barca-Fontana y la doctora en cuestión, la también menorquina Rosario Armand Ugón, es la semilla de un proyecto que remite directamente a la historia de otro doctor, la del colombiano Hernán Jaramillo, un conocido cirujano que trabajó en Estados Unidos y posteriormente dirigió en su país el hospital de Calarcá.

Barca-Fontana, hace unas semanas durante el rodaje del documental en Colombia. | V.B-F

Pero lo que realmente hizo famoso en todo el mundo a Jaramillo fue la sopa que inventó y lleva su nombre. «Gracias a sus conocimientos sobre los productos de la tierra, nutrición, anatomía y fisiología», explica la realizadora, «consiguió, dándoles a los recién nacidos, una sopa a base de verduras, cereales, legumbres y proteína animal y eliminando por completo de su dieta la leche de fórmula, cerrar el área de pediatría por falta de pacientes».

Más de 50 años recetando la sopa

Jaramillo, que ha cumplido ya los 90, lleva más de 50 años recetando su sopa. En su página web se recogen múltiples testimonios sobre sus efectos positivos. El doctor asegura que la fórmula del éxito se basa en «una buena nutrición» con el porcentaje adecuado de proteínas y vitaminas desde el día uno de la vida hasta los seis meses. Cuenta Barca-Fontana que, según relata el doctor, más allá de evitar que los niños enfermen, «también se consigue que a nivel neuronal crezcan de forma exponencial, ampliando su coeficiente intelectual».

Hace tres años ya que el hijo de la doctora nació «y no solo el niño se encuentra perfectamente, sino que posee aptitudes avanzadas para su edad», recalca la directora. Vistos los resultados, ahora su madre quiere acercar la sopa a Malawi, donde hace años trabajó como voluntaria.

Aprendiendo a cocinar la famosa sopa Jaramillo. | V.B-F

Primera fase de filmación

El audiovisual sobre esta historia se encuentra en su primera fase de filmación tras un primer viaje a Colombia en el que se documentó el encuentro entre Armand y Jaramillo, que solo se conocían por teléfono. «También hemos podido entrevistar a muchísimos testimonios que tomaron la sopa y ver su evolución», explica Barca-Fontana. El rodaje se ha llevado a cabo entre el eje cafetero en la zona de Quindío y la ciudad de Bogotá y para el mismo ha contado con la colaboración de la productora colombiana Pivote Films y la dirección de fotografía de Ricardo Rodríguez Osorio.

El documental lleva el sello de la productora de la directora y guionista, Vela Llatina. Con esta primera filmación se busca realizar un trailer promocional para conseguir ayuda y financiación con la que continuar grabando y también para el proyecto de Malawi. Por otra parte, Barca-Fontana sigue trabajando en su primer largometraje de ficción, «Entre raíles».