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El Cor Illa de Menorca ofrece este domingo, a les 19 horas, en el Teatre Principal de Maó el «Concert d’Òpera», una noche musical en la que se interpretarán, bajo la dirección musical de Antoni Pons Morlà, tres obras maestras de los compositores rusos Tchaikovsky, Mussorgsky y Borodin. El programa está integrado por la «Cantata Moscú» de P. Tchaikovski; las ‘Danzas polovtsianas’ de la ópera «El príncipe Ígor» de A. Borodin y la ‘Escena de la Coronación’ de la ópera «Boris Godunov» de M. Mussorgski. Participan la mezzosoprano Serena Pérez; el tenor Joan Mercadal; el barítono-bajo Paulino María y el barítono Jaume Gelabert; con la coreografía de Alba Sintes y la intervención de la escuela de danza Alba Estudi de Dansa, la Orquestra Simfònica de Balears y el Cor Illa de Menorca.

La mezzosoprano asturiana Serena Pérez está graduada en el Conservatorio Profesional de Música de su ciudad natal, Gijón, y en Oviedo. Posteriormente se trasladó a Ámsterdam donde finalizó su formación de grado superior de Canto en el Conservatorio de la capital holandesa y después, ya como postgrado, en la Academia de la Dutch National Opera, donde se licenció en Ópera.

Ha actuado alguna vez en Menorca?

—No, será la primera vez que canto en Menorca, estoy ilusionada, y además con la historia que tiene el Teatre Principal de Maó..., realmente me hace mucha ilusión. Aunque soy asturiana y viajo mucho por mi trabajo, desde hace muy poquitos meses vivo en Mallorca.

¿Cómo es la cantata que va a interpretar?

—Llama la atención que en general sea una obra muy desconocida. De Tchaikovsky se conocen mucho las óperas, pero esta cantata, la «Cantata de Moscú», justo es preciosa, al estudiarla me di cuenta que es raro que no se haga más, dura media horita, es como perfecta para programar.

¿Qué virtudes tiene?

—Está muy bien escrita para orquesta, el coro, los solistas y muy poco conocida. Se compuso para la coronación del zar Alexander III en 1883, también la marcha y esa sí que se programa y se toca mucho. Es curioso que dos piezas que se encargaron para la misma celebración, para el mismo día, y de gran belleza una no se haga tanto, fue de lo más sorprendente. Tiene una música preciosísima, nada que envidiarle al resto de obras de Tchaikovsky.

¿No está muy divulgada?

—Grabaciones sí que hay, pero tampoco hay tantas en Youtube con calidad, si se busca información sobre estudios o en blogs o revistas de música no aparece, la información que he tenido para estudiarla ha sido en inglés.

Un reto más para usted, ¿no?

—Qué bonito tenerlo en el currículo y en el repertorio, aunque sea en catalán, que no es mi idioma nativo, obviamente es muchísimo más cercano que el ruso. Yo soy partidaria de las adaptaciones, la propuesta me parece perfecta, me ha gustado mucho. Representa un reto personal y artístico.

¿Ha tenido que ensayar mucho?

—Empecé a estudiarla hace un mes, pero ensayos con el pianista he quedado como tres o cuatro veces, para hacerme a la musicalidad, no es porque sea muchísima cantidad de notas, pero sí que es verdad que tiene una vocalidad amplia, hay que hacer la voz a esa amplitud musical.

¿Qué experiencia vivirá el espectador que mañana acuda al concierto?

—Es una música envolvente y muy emotiva, y el texto es muy bonito. Es sobre hacer patria, pero no en el sentido político, sino como comunidad, estar juntos luchando por un proyecto. La orquesta y nosotros tenemos unas líneas, unos fraseos musicales bellísimos. Animo a todo el mundo para que venga y viva esta experiencia auditiva, a la gente realmente le hace llorar, de verdad que está superbién, como que te late el corazón al ritmo de la frase musical, es realmente precioso.