Elsa Perches, dirigiendo al centenar de voces de Moments a Cor. | MANOLO BARRO

TW
0

Confiesa Elsa Perches, directora musical al frente de Moments a Cor, que esta agrupación, a pesar de no ser una formación musical profesional, ha dado durante los últimos años un gran salto de calidad. «La experiencia es un grado, y ahora    tenemos más claro qué sonido buscamos y qué es lo que queremos», resume. Y gran parte de esa progresión obedece a una apuesta que vienen cultivando ya desde hace años y que pasa por invitar a una estrella del góspel, recibir unas clases magistrales y, de paso, compartir escenario.

Y eso último es precisamente lo que ocurrió la tarde del pasado domingo en el Teatre Principal de Maó, donde Moments a Cor selló otro inolvidable concierto para el recuerdo bajo la supervisión de la estrella norteamericana Joseph B. Clarke.

Un éxito de público

La Gospel Experience 4.0 volvió a ser todo un éxito, como viene sucediendo desde hace años. La propuesta volvió a despertar un gran interés entre el público menorquín, muy entregado desde el primer momento, y que agotó todas las localidades. La alta demanda obligó a los responsables    a poner a la venta las butacas con visibilidad reducida. Todo un éxito antes de que la música comenzara a sonar que se refrendó con las cerca de dos horas de espectáculo que siguieron a continuación.

Moments a Cor preparó un repertorio de trece canciones, un setlist sobre el que trabajó intensamente al lado de Joseph B. Clarke, más conocido en el mundo de la música, como Jojo. Una selección en la que, por supuesto, el principal protagonismo recayó en las partituras de música más espiritual, con temas como «I love the Lord», «Jesus died for you» o «I Thank god», entre otras. No obstante, también hubo espacio para sonidos más cercanos al funky e incluso al pop.

Joseph B. Clarke ha sido la gran estrella de esta edición, un artista habitual en reconocidos programas  televisivos de su país natal, como «America’s got Talent» o «The view», entre otros. | Manolo Barro

Una velada con el protagonismo repartido. Un centenar de voces dirigidas por Perches, espacio para el lucimiento de algunas voces solistas y el acompañamiento de una big band (teclados, bajo, guitarra, batería y percusión). Clarke, que participó de forma muy activa durante la mitad del repertorio, tuvo también su momento para el lucimiento personal con la interpretación de «Impossible dream».

La Gospel Experience 4.0 también recuperó, en su fase final, clásicos del góspel como «His eyes is on the sparrow» para terminar con «Don’t you worry». Trabajar con estrellas de primer nivel «siempre es bueno, aprendemos nuevas cosas y adquirimos mejor técnica», resume Perches, quien avanza que han dado con un formato de colaboración con el que quieren seguir progresando.