Una de las imágenes que forman parte de la muestra que acercará a Menorca. | Lúa Ribeira

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Entre las últimas lecturas de la fotógrafa Lúa Ribeira hay una que ha tenido un especial protagonismo. Se trata de «Crear peligrosamente», un trabajo de Albert Camus que habla, explica la artista gallega, sobre «esa responsabilidad del creador de arriesgar». Una figura, la del premio Nobel francés, con la que se siente afinidad «porque siempre viene de un lugar que inspira y está conectado con las consecuencias de la opresión». El destino ha querido que los caminos de ambos creadores se cruce en el tiempo en el marco de los Premis Mediterranis Albert Camus, cuyo programa de actos incluye la exposición «Subida al cielo» de Ribeira, que se inaugura mañana (19 horas) en la sala Sant Antoni de Maó.

La muestra es el resultado de un proyecto compuesto por cinco series fotográficas. En ella confluyen diferentes historias: un grupo de jóvenes en su periplo para llegar a Europa desde Marruecos, una institución religiosa que se ocupa de un grupo de mujeres con discapacidad cognitiva en Galicia, la religiosidad histórica y cultural española a través de la Semana Santa, la vida en la frontera entre México y EEUU y la crisis de la vivienda de Bristol, donde reside la artista.

Retrato de la artista gallega, que actualmente reside en Bristol.| XAVIER GÓMEZ

La conexión entre todas ellas, explica Ribeira, tiene que ver con conceptos como los de «exclusión, historias que surgen en los márgenes de la sociedad», aunque reconoce que a veces le cuesta describir sus trabajos. «Me aferro mucho a la ambigüedad de las imágenes, son abiertas, pero sí hay algo muy existencial sobre la condición humana». Aunque el verdadero nexo entre todas esas series, apunta, «tiene que ver con mi manera de trabajar y cómo he ido desarrollando mi visión como fotógrafa».

Un estilo relacionado con la fotografía documental, pero de una manera particular, muy personal. En su forma de abordar el trabajo hay un componente de «teatralidad», un estilo «performático» que crea un método «que de alguna forma me ayuda a estar también en la imagen. Creo que tiene que ver con algo más visceral, lo que documento es la experiencia que estoy teniendo allí», resume.

Un proceso artístico que al final, como bien se desprende del título de la muestra, también desemboca en lo poético a través de esa teatralidad a la que aludía. «La motivación del trabajo no viene por algo visualmente atractivo, sino de una cuestión más bien política. Luego, cuando profundizas, te vas dando cuenta de que esa claridad que te da la distancia se empieza a diluir y cada vez hay más huecos, más ambigüedad y las cosas se vuelven más complejas. Ahí es donde trabajo y la manera en que me expreso».