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La campaña comienza oficialmente a las doce de la noche, pero en la práctica fue este jueves al atardecer con la pegada de carteles, un acontecimiento con aires de fiesta y muchas expectativas para captar el voto de quienes todavía están pensando si acudir a las urnas y mantienen dudas sobre la elección de la papeleta.

La movilización del elector, ahora desmotivado, es el primer reto de todas las formaciones que compiten el 28-M, son elecciones locales, con candidatos que son muchos de ellos vecinos y conocidos, pero sin embargo son tradicionalmente las más abstencionistas. Hasta ahora no se ha podido captar un gran interés por la cita del día 28.

Solo en tres municipios, Alaior, Ferreries y Es Migjorn, los de menor competencia electoral, votó más del 60 por ciento hace cuatro años. Ganará, los partidos lo saben, quien más votantes logre movilizar, la abstención es un rival común para todos.

Mirando a Madrid

La influencia de la agitada política nacional es otro aspecto que incide en alto grado en esta convocatoria. Hace cuatro años las generales se celebraron un mes antes que las locales y los resultados fueron similares en uno y otro escenario para los grandes partidos y muy variables para los pequeños. El PSOE ganó en ambas convocatorias y recuperó la hegemonía perdida.

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En esta ocasión, las elecciones domésticas serán como de costumbre un anticipo de las generales previstas para fin de año. La dirección nacional de los grandes partidos utiliza el 28-M como banco de pruebas para calibrar su fortaleza ante la gran cita de las legislativas que, por otra parte, animan mucho más a la participación. La sombra de la política nacional pesará en los mensajes, muchos electores votarán mirando a Madrid.

La sensación de primera vuelta de las generales será inevitable y obligará a los candidatos a redoblar sus esfuerzos en la explicación de los proyectos muncipales o insulares que quieren llevar a cabo. Pero muchas de las opciones, partidos de ámbito local, coaliciones formadas con este fin y agrupaciones de electores en particular, se lo juegan todo en esta convocatoria y, como se ha demostrado en los últimos ocho años, son actores decisivos para los gobiernos locales.

Izquierda y derecha

El gobierno del Consell volverá a ser cosa dos, izquierda o derecha. Una coalición de tres (PSOE, Més y Podemos) ha ejercido el poder en los últimos dos mandatos. Los nacionalistas, tradicional socio minoritario, compiten ahora de tú a tú con los socialistas, ya lograron dos años de presidencia en 2015. Hay, por tanto, una doble batalla, por un lado ganar el poder entre ambos y, segundo, dirimir quién es el más fuerte.

El cambio solo puede llegar con una mayoría absoluta del PP, objetivo que supodría ganar tres representantes sobre los cuatro del actual mandato, o buscar el apoyo de Ciudadanos o Vox, si alguna de estas formaciones logra entrar en la institución. La tendencia del primero está a la baja y la del segundo ha mostrado hasta ahora que tiene mejor respuesta en las elecciones generales que en las locales.

El apunte

Las propuestas de hace cuatro años olvidadas durante el mandato

El PSM prometió hace cuatro año la peatonalización de la plaza del Born, ha faltado plazo para materializar el proyecto, que se ha puesto en marcha ya en precampaña electoral. Joana Gomila dijo que la fibra óptica llegaría al casco antiguo, pero parece que aún la esperan. Ara Maó propuso remunicipalizar el servicio de limpieza urbana, no ha cumplido. El PSOE planteó un carril bici entre Es Mercadal y Fornells, no hay ni proyecto, y la remodelación de la Esplanada de Maó, una propuesta no realizada pero en marcha. Més prometió dos centros de investigación de biología y de prehistoria en colaboración con la UIB, no se sabe nada de ellos.

Las claves
  1. Mayorías absolutas en extinción, volverán las coaliciones de gobierno

    Gobernar con mayoría absoluta es cada vez más difícil, también en los ayuntamientos. Únicamente parece posible en aquellos municipios en los que solo concursan dos opciones con posibilidad real de obtener representación, como ocurrió hace cuatro años en Alaior y en Es Migjorn.

  2. La lucha por el Consell, cinco candidatos de Ciutadella y dos de Maó

    Cinco de las siete listas que compiten por el Consell están encabezadas por candidatos de Ciutadella: Dolfo Vilafranca (PP), Josep Juaneda (Més), Nati Benejam (UP), Maite de Medrano (Vox) y Gabriela Cáceres (PLIE). Solo dos son de Maó: Susana Mora (PSOE) y Eugenio Ayuso (Ciudadanos).

  3. La oferta electoral se contrae, hay 11 listas menos que en 2019

    En 2019 se presentaron 56 candidaturas a las elecciones municipales, insulares y autonómicas. La oferta se reduce ahora a 45. Solo PP y PSOE presentan lista en las ocho circunscripciones municipales, la del Consell y el Parlament. Ciutadella y Es Castell llideran la competencia con siete.

  4. El PSOE parte con la ventaja de gobernar en cuatro municipios

    En solitario o en coalición habiendo sido el partido más votado, el PSOE es el partido hegemónico en la política insular, gobierna en la mitad de los municipios y en el Consell (cinco de nueve), hegemonía refrendada además por gobernar en Balears y en España. Es el más poderoso.