Gabriel Le Senne durante el pleno del constitución del Parlament | Jaume Morey

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«Excel·lentíssimes i Il·lustríssimes autoritats, Membres de sa Taula del Parlament, Senyories, benvolguts ciutadans balears:

Es para mí un honor, y una gran responsabilidad, presidir esta Casa, que es la de todos los vecinos de Baleares. Quiero asumir la presidencia con el mayor respeto institucional, como también se lo pido a todos ustedes.

Como servidores públicos que somos, es nuestro deber contribuir a dignificar la actividad política. En este esfuerzo todos somos indispensables; todos debemos comprometernos con ello, sean cuales fueren nuestras discrepancias. La política se engrandece cuando se convierte en debate de ideas, en la confrontación de maneras de ver un mismo fin: el bien común, el bien de todos aquellos a los que nos debemos.

Quisiera expresar mi sincera gratitud a mis compañeros de partido y a quienes nos han votado para poder defender los intereses de Baleares desde esta cámara. También mi máxima consideración hacia l resto de ciudadanos que, al acudir el 28 de mayo a las urnas, dignificaron la democracia y legitimaron a quienes hoy nos sentamos en este Parlamento.

También me gustaría agradecer al Grupo Popular y a su presidenta, Marga Prohens, su confianza, que procuraré no defraudar. Cuento con su ayuda para conseguirlo.

Y cuento también con todos los restantes diputados y partidos aquí representados, todos sin excepción. Me pongo a su servicio. Espero merecer su respeto y consideración ejerciendo mi función con rigor y equilibro. Sin sectarismos, sin exclusiones, sin miedo a la palabra honesta y facilitando al máximo el ejercicio del debate parlamentario. Aunque por desgracia todos conocemos ejemplos en sentido contrario, las instituciones están por encima de todos nosotros y nadie, mucho menos quien se sienta en esta silla, puede pretender ponerlas ni por un instante a su servicio particular ni al de intereses partidistas o doctrinales.

Como jurista, siento el mayor respeto por la función legislativa de esta cámara, y confío en que entre todos conseguiremos refinar gradualmente nuestro ordenamiento jurídico para que todos nos sintamos cada vez más orgullosos de nuestras leyes: que sean cada vez más una ayuda y una referencia, y no un obstáculo ni una selva ininteligible.

Seguridad jurídica, rigor intelectual, seriedad, estudio, respeto de los derechos y libertades de todos y cada uno de los ciudadanos, especialmente de los más desvalidos, el respeto y el refuerzo de las normas y formas democráticas, y la persecución del interés general y el bien común, deben ser las claves de nuestra actividad.

Aquí se hablará de los problemas de nuestro sector primario, de nuestra industria, de la energía, de la vivienda y el turismo; de las familias, de la educación de nuestros hijos, de nuestras lenguas, de la sanidad y los servicios públicos, de los paisajes y maravillosos entornos de nuestras islas y mares. Aportemos cada uno nuestro punto de vista, respetemos los compromisos adquiridos con los ciudadanos, dejemos a un lado intereses particulares y disfrutemos de la alegría de poder contribuir a mejorar la vida de nuestros conciudadanos y de nuestra patria.

Les pido a todos que esta legislatura se caracterice por la honestidad, el orden y el trabajo, y que todos seamos capaces de enfrentarla con humildad, solidaridad y compañerismo.

Van a encontrar en mí a un presidente al servicio de todos, que tratará de favorecer el debate

racional y sosegado, siempre manteniendo el respeto que todos nos merecemos, por encima de cualquier discrepancia, que no debemos llevar nunca a lo personal.

Señorías, declaro formalmente constituido el Parlamento Balear en su XI Legislatura. Esta Presidencia la comunicará oficialmente su Majestad el Rey, al Congreso y al Senado, al Gobierno de España y al Gobierno, con lo previsto en el Reglamento de la Cámara.

Visquin ses Illes Balears. I visca Espanya».