Es Castell acoge este año por segunda vez la Feria de Abril de Menorca. | Javier Coll

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«Invito a todos los andaluces, menorquines y visitantes a que acudan a la caseta de la Feria de Es Castell donde no cesará la animación y el bullicio, con el buen beber y comer, que nos distraerá y alegrará de las preocupaciones del tiempo que nos toca vivir. Por Andalucía, por España y por la Humanidad. ¡Arriba los corazones!». Con ese entusiasmo terminó ayer Guillermo de Olives, Andaluz del Año, el pregón con el que quedó inaugurada en Es Castell la novena edición de la Feria de Abril de Menorca.

Así, arrancó una fiesta que se prolongará hasta mañana a las 17.30 horas y que cuenta con una nutrida programación de actividades. Un encuentro que, a juicio de De Olives, no se trata solamente de un «recinto donde se concentra el pueblo para divertirse durante unos días, sino que debe ser motivo para que se exhiba lo mejor de Andalucía», esa tierra, según recordó en el pregón, «de la mano tendida y abierta, de la alegría de la fiesta, de las ganas de vivir y disfrutar».

Durante su intervención, el pregonero recordó que lo que nació en Sevilla en 1847 como una feria de ganado se ha convertido con el paso del tiempo en una  fiesta universal. «Cuando algo vale la pena, se expande», argumenta De Olives a la hora de explicar la esencia de una fiesta que no solo representa la diversión, «sino también el reconocimiento de una cultura».

Colorido, luz, alegría y vida es, según De Olives, lo que ha ofrecido desde su primera edición la Feria de Abril de Menorca, razón por la que se reunirán este fin de semana en Es Castell «no solo los andaluces de la Isla, sino todos aquellos que sienten amor por el folclore, la gastronomía y cultura de aquellas tierras», concluyó el andaluz del año.